Villa Devoto: el barrio porteño que tiene ritmo de pueblo chico

Villa Devoto es un rincón porteño de situaciones curiosas. Es un pueblo chico con título de barrio, donde en la pizzería céntrica las servilletas son de papel de envolver recortado y se colocan dentro de un vaso. Por allí, las señoras barren las veredas, los hombres toman el cafecito en los bares y los perros que se pasean por las calles empedradas, de frondosos árboles, tienen nombre y apellido. En el "jardín de Buenos Aires", las casas esconden patios generosos, suelen tener más de 100 m2 y los edificios altos se cuentan con los dedos de una mano.

"Esto es Suiza, si tomamos como punto de referencia cómo se vive en el resto de Buenos Aires; no hay tantos robos y nos sorprendemos con las cosas malas que pasan en la ciudad", dice Juan Carlos Colli, de 74 años, el diariero más popular del barrio. "Pocho", como lo conoce la mayoría, atiende el concurrido quiosco sobre la avenida Nueva York, frente a la plaza Arenales, la principal. Que está custodiada por un descascarado colegio público (Antonio Devoto), un hospital (Abel Zubizarreta), un banco, un puñado de bares con variada oferta gastronómica y una biblioteca de lindísima arquitectura.

A la plaza se llega por las diagonales Lincoln y Fernández de Enciso, y por las avenidas Chivilcoy y Salvador María del Carril, ambas con bulevares floridos que cuidan los propios vecinos. Si algo hace diferente a Villa Devoto no es sólo su tupida y variada vegetación: es el sentir de pertenencia de quienes lo habitan.

Llevan el nombre "Devoto" una galería, un colegio, una biblioteca, un bar, una ferretería, una mercería, una casa de depilación, una parrilla, una papelería y unos cuantos sitios más. Los vecinos se conocen, se saludan, se cuidan y se ayudan. Así lo cuentan, con mucho orgullo. "Perdoname que no me pueda quedar a conversar, pero estoy haciéndole las compras a mi vecino, que está enfermo. Estoy apuradísima", se disculpa Irene Giorio, que arrastra una changuito con ruedas en veredas extrañamente libres de heces de perro y de basura.

Devoto tiene 596 manzanas entre las arterias Campana, Gutemberg, avenida San Martín, avenida Beiró, Joaquín V. González, Baigorria, avenida Lope de Vega, la General Paz y las vías del ferrocarril Mitre. Las habitan más de 80.000 personas, según el último censo porteño. En el podio de los vecinos famosos del barrio están los Maradona. Padres, hijos y nietos, y ahora bisnietos. Pero nunca nadie atestiguó haber visto en la plaza Arenales, por ejemplo, al astro del fútbol...

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