De Vido y Zannini difieren sobre cuándo desplazar a Moyano

Cristina Kirchner se levantó el miércoles con un ataque de furia. Mientras miraba por televisión un paro en Aeroparque 12 horas después de haberles pedido racionalidad a los gremios, contactó a Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas, y a Juan Pablo Schiavi, secretario de Transporte. Al de La Cámpora lo interrogó sobre lo más elemental: quién era, cómo se movía y cuánto ganaba Rubén Fernández, líder de la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA), que encabezaba la protesta. Con Schiavi fue más a fondo: le dio la orden en suspenso de intervenir el sindicato.UPSA es una agrupación pequeña que no tendría aquí nada que hacer si no se hubiera adherido hace poco a la CGT. El malhumor de Cristina Kirchner coincidía con el que le viene brotando últimamente hacia Hugo Moyano. Al día siguiente, la Presidenta volvió a quejarse en público de Aerolíneas, empresa por la que recordó haberse "jugado entera". Un defensor de aquella nacionalización podría alegar que tal vez se pasó de sincera: "Estamos poniendo millones de dólares y queremos un servicio que les sirva a todos los argentinos".La novedad es que, por primera vez, estas perturbaciones involucran al Gobierno, la oposición, empresarios y varios gremios. Algunos pares del camionero lamentan la ausencia de quien solía reflexionar al lado del líder y, con frecuencia, contener sus exabruptos: Juan Manuel Palacios, que dejó la conducción de la Unión Tranviaria Automotor tras una denuncia por la compra de un campo. "«El Negro» es fiel a su profesión: ante cualquier conflicto mete la trompa ?dijo uno que le tiene afecto?. «El Bocha» le evitaba meter la pata."Los tiempos de la solución dividen al Gobierno. El primero en auscultar sindicalistas fue Carlos Zannini, que contactó semanas atrás a Armando Cavalieri, del grupo de "los Gordos", con la idea de destronar a Moyano. Desde entonces, dirigentes de esa facción y de Azul y Blanca, de Luis Barrionuevo, se reunieron dos veces para discutirlo. De allí partió el encargo de averiguar qué pensaban en otros rincones del kirchnerismo. La primera respuesta confirmó las sospechas: Zannini actuaba por cuenta y orden de la Presidenta.Mientras el secretario legal y técnico propone adelantar elecciones en la CGT ?algo que debería resolver el consejo directivo?, otro sondeo gremial vino con sorpresa: Julio De Vido, el funcionario de mejor relación con Moyano, está de acuerdo y sólo disiente respecto de cuándo embestir. ¿Qué...

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