La vida que queremos: pan para hoy y hambre para mañana

"Vos sabes que frenamos la suba de tarifas de servicios públicos", reza uno de los avisos del Gobierno con los que intenta resaltar los logros de la primera mitad de su gestión. Debe ser parte de la campaña para conseguir votos en Palermo y Barrio Norte, los barrios que quizás sean los más beneficiados por los subsidios energéticos. O para la tropa propia, la de Puerto Madero. Porque el resto del país se perjudica con esta medida.

"Los subsidios energéticos son pro-ricos en un país con un 57% de pobreza infantil. Estamos gastando subsidios de luz y de gas en un sector que no es prioritario, en barrios donde vive gente de altos ingresos." Estas frases no son mías, sino del ministro de Economía, Martín Guzmán.

De acuerdo con un estudio muy minucioso de investigadores del Cedlas, dependiente de la Universidad de La Plata -el alma máter de Guzmán-, en el segundo trimestre de 2016 el 20% de abajo en la distribución del ingreso recibió un 14,4% del total de los subsidios residenciales a la electricidad, mientras que el 20% superior se apropió del 26,1% de los mismos. En el gas, la distribución de los subsidios fue más desigual aún, con 9,7% para el 20% más pobre y 31,7% para el 20% más rico. En ese momento, los consumidores pagaban el 29,1% del costo de la electricidad y el 30,9% del costo del gas. Para el segundo trimestre de 2019, luego de las fuertes subas de tarifas implementadas por el gobierno de Mauricio Macri, cubrían el 79% y el 83% del costo, respectivamente.

A fines de 2021 las tarifas volverán a cubrir un porcentaje del costo no tan lejano al de 2016, sin contar el nuevo subsidio adicional que reciben a partir de este año las denominadas "zonas frías." Es decir, se está tirando todo el ajuste de tarifas del gobierno de Macri por la ventana.

La diferencia entre costos energéticos y lo que cubren las tarifas la terminan pagando todos los contribuyentes. Casi simultáneamente con la difusión del mencionado spot publicitario, el Gobierno firmó un decreto aumentando el gasto público del 2021 en $708.505 millones, equivalentes a un 1,7% del PBI. El decreto tiene beneficios para todos y todas, e incluye $90.000 millones para Cammesa, la empresa que maneja el mercado mayorista de electricidad. Este monto se suma a los $352.668 millones de subsidios energéticos gastados en el primer semestre, más del doble de los erogados en el primer semestre de 2020.

"La diferencia entre costos energéticos y lo que cubren las tarifas la terminan pagando todos...

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