La victoria llegará: hay equipo

¿Por qué se escribió en LA NACION que había que apostar por estos Pumas después de la derrota del sábado anterior en Ciudad del Cabo, e incluso tras el golpe que significó la lesión de Juan Martín Hernández? Porque, esencialmente, el equipo ?jugadores y staff? transmite unidad y convencimiento del camino que ha elegido para recorrer esta nueva e histórica etapa. Luce muy fuerte de la cabeza, aspecto clave en el rugby.Vayamos al espíritu de grupo. Nicolás Sánchez fue el elegido para llevar la 10 en lugar de Hernández. Santiago Phelan se lo confirmó el mismo miércoles, 24 horas antes que a la prensa, y, desde ese momento, se lo aisló de todo. Cero contacto, incluso con la televisión. Se lo preservó. Se lo cuidó. Incluso hasta se le quitó la responsabilidad de patear a los palos. Hay una imagen símbolo de los Pumas saliendo del vestuario rumbo a la cancha. La de Julio Farías, tucumano como él, abrazándolo como un padre. Porque, además, el Cachorro es el más joven del plantel (cumplirá 24 años el 26 de octubre). Y en la primera acción que le tocó, Sánchez volteó a un sudafricano el doble de grande que él con un tackle a mansalva. Y luego jugó un gran partido hasta que se fue lesionado entre lágrimas.Vayamos a las decisiones. Phelan volvió a tomar una de riesgo, como cuando en el Mundial confirmó a Juan Figallo en lugar del experimentado Martín Scelzo. Apostó a futuro, porque de eso también se trata esta experiencia en el Rugby Championship contra los 3 mejores del mundo. Podría haber ido a lo más conocido, a lo de Nueva Zelanda 2011, con Santiago...