Vicentin: Alberto Fernández alteró todos los equilibrios políticos y económicos

Con su anuncio de intervención y expropiación de la empresa Vicentin,Alberto Fernández no solo sorprendió a casi todo el país, incluida la mayoría de la dirigencia oficialista. También alteró los equilibrios políticos y económicos: dejó descolocados a socios, aliados y opositores, tanto como a empresarios con los que venía dialogando en otra dirección.La relevancia y el alcance de la decisión excede a la medida en sí. Para poder entender la magnitud del efecto causado por conviene dividirlo en tres partes y mirar los propósitos expresos, los objetivos tácitos y las consecuencias inevitables (deseadas o no).En primer lugar, aparece lo que el Presidente y sus colaboradores más estrechos quieren destacar: para evitar que arrastre a los 2600 acreedores y destruya la fuente laboral de, al menos, 2.200 personas. El énfasis que sobre este propósito ponen en el primer piso de la Casa Rosada es tal que permite inferir que si hubiera sido por Fernández habría puesto allí un punto final al anuncio.Buena parte de sus aliados, empezando por Omar Perotti, lo habrían celebrado, como se advirtió anoche tras la reunión en Olivos que parece más destinada a ganar tiempo que abrirle la puerta a otras alternativas.Luego emergen dos elementos que, por el escaso entusiasmo con el que hablan en el entorno presidencial y la contradicción que entrañan con recientes palabras del Presidente, parecieran tener otra genética intelectual y haber sido objeto de una adopción forzosa, pero consentida, por parte de Fernández. Son los conceptos de "soberanía alimentaria" y "empresa testigo" en los mercados de granos y de cambios, cuyos efectos y viabilidad pocos logran explicar, más allá de expresiones de deseos o de espanto.La distinción marca una línea divisoria en el oficialismo. Los últimos dos puntos son los que más celebra el cristinismo puro y duro, cuya componentes principales se sintetizan en la autora intelectual del proyecto, Anabel Fernández Sagasti. La senadora es una fiel representante de Cristina Kirchner y de La Cámpora, entidades que a veces se confunden, pero no son lo mismo. El comunicado de la agrupación y las manifestaciones de sus dirigentes y otros satélites de ese universo lo corroboran.En cambio, la "operación rescate" es abrazada con fervor por lo que alguna vez se pensó que sería el albertismo, compuesto por antiguos amigos o compañeros del Presidente, sus colaboradores, los gobernadores no cristinistas y el massismo. A todos ellos descolocó con la...

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