Un viaje que para los Pumas se hizo eterno

WELLINGTON, Nueva Zelanda.- Se lo podría llamar limbo aeroportuario. Sabían cuándo ingresaban, pero no cuándo iban a poder concluir la travesía. Fue eterno. Tres aviones, 35 horas de viaje... un periplo interminable vivieron los Pumas para llegar a la ciudad que más satisfacciones les dio en el último Mundial, Wellington. El fervor con el que viven los neozelandeses el rugby se palpa apenas se pisa la calle. Power against Passion [Poder frente a la Pasión] invitan los carteles que se ven por toda la capital de Nueva Zelanda. El poder de los All Blacks ante la pasión de los argentinos, ése es el desafío que plantean en tierra kiwi.El clima con que recibió a sus nuevos visitantes hace honor a su sobrenombre, windy Wellington, la ciudad del viento; el frío y la lluvia fue el regalo tras la primera noche. Ahí están ellos. Las caras de fastidio son una clara señal del desgaste que significó el viaje. A tal punto que Santiago Phelan cambió el cronograma que tenía previsto y les dio un día de descanso. Ayer, los rugbiers argentinos salieron por la mañana a caminar las fantásticas calles de Te Whanganui-a-Tara o Poneke, tal es su nombre en maorí.Pero a las pocas horas el semblante ya era otro. Las dificultades robustecen el espíritu del grupo. Nadie se queja, por lo menos en público. Alguno, como Leonardo Senatore, incluso encuentra motivos para agradecer la demora de 10 horas que tuvieron en el aeropuerto de Santiago, en Chile, por desperfectos técnicos de la empresa LAN. "Esas horas vinieron bien para descansar", dijo, sonriendo, el tercera línea en la puerta del Hotel Amora, el mismo que ocuparon la semana previa al encuentro con Escocia en la Copa del Mundo. Lo mismo piensa Eusebio Guiñazú. "Estamos bien. La verdad es que el viaje se hizo bastante largo, pero estamos contentos de haber llegado. Tenemos que descansar y pensar en el partido del sábado", dijo el hooker mendocino. Guiñazú, que tras sus actuaciones ante los Springboks seguramente comenzará como titular, completó: "Llegamos con el cansancio lógico por el viaje y la diferencia horaria con la Argentina, pero tomamos los recaudos necesarios: dormimos cuando debíamos y es una cuestión de uno o dos días para recuperarnos".Un lugar de buenos recuerdosEs un escenario que conocen muy bien en el que estarán el sábado. Fue en el Westpac Stadium donde los Pumas consiguieron el boleto para los cuartos de final de la máxima cita deportiva ovalada. En una noche de lluvia incesante, que le dio un matiz épico...

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