Un veterano y una novata, el dúo que resucitó un fantasma

BERLÍN.- Anteayer, un rayo fulminó a Alemania. Después de aparecer en el paisaje político del país hace sólo cuatro años, la AfD (Alternative für Deutschland) se convirtió en la tercera fuerza política del país, al obtener 12,6% de los votos en las elecciones legislativas.

El , que espera así llevar 94 diputados al Bundestag, confió su campaña a un dúo que fue capaz de lograr un triunfo que nadie imaginaba hacía unos meses. Por un lado, el experimentado Alexander Gauland, de 76 años. Por el otro, la novicia Alice Weidel, de 38.

Escogida en abril para defender los colores del partido, desconocida del público hasta ese momento, la candidata supo imponer su estilo. Delgada, atractiva, eternamente vestida con ambo negro y camisa blanca, esa rubia de grandes ojos verdes logró posicionarse como la garante de una línea anti-Merkel, antiislam y anti-Europa.

"Estamos aquí para quedarnos", repitió ayer por la mañana en conferencia de prensa en Berlín, calificando el resultado de "extraordinario". Minutos antes, la AfD había vivido un auténtico terremoto cuando la colíder del partido, Frauke Petry, anunció delante de la prensa que, por profundas diferencias ideológicas con la dirección de la formación, no integraría el futuro grupo parlamentario en el Bundestag.

A diferencia del resto de sus correligionarios, presas del estupor, Weidel declaró imperturbable: "Petry debe renunciar a la AfD, antes de causarle más daños".

El dúo que forma Weidel con Alexander Gauland está bien acoplado. Verdadero patrón de la AfD, el hombre es un ex miembro de la democracia cristiana que no retrocede jamás ante la posibilidad de lanzar una provocación verbal destinada a fortalecer las convicciones de sus partidarios.

Gauland sugirió, por ejemplo, "deportar a Anatolia" a un ministro germano-turco y declaró que los alemanes "tienen derecho de estar orgullosos de la actuación de sus soldados durante la Segunda Guerra Mundial", provocando un escándalo gigantesco en el país, donde todos los gobiernos, desde el fin de la guerra, condujeron una política de arrepentimiento por los crímenes del III Reich.

En un país donde la política se practica con moderación y respeto, el domingo último Gauland lanzó un nuevo exabrupto al anunciar, después de conocidos los resultados, que la AfD "partía a la cacería de Angela Merkel". "Recuperaremos nuestro país y se lo devolveremos a los alemanes", agregó.

Alice Weidel, por su parte, tiene un discurso más controlado. Economista de carrera...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR