Verde, amarillo y rojo no son sólo colores

El choque de los colectivos de la líneas 152 y 100 dejó 28 heridos, uno de ellos muy grave, y también expuso un negligente hábito de muchos conductores en la Argentina: no esperar la luz verde del semáforo para empezar el cruce.Según consignó la Policía Metropolitana, los testigos del accidente dijeron que ambos transportes cruzaron la intersección en amarillo. Si esto es así, el conductor que estaba detenido con semáforo rojo inició el cruce cuando apenas observó que se ponían en amarillo el de la arteria transversal y el suyo, sin esperar la correspondiente luz verde, lo que lo haría responsable del accidente, porque no tenía derecho de paso.Por el contrario, el conductor que venía por la avenida con luz verde e inició el cruce en amarillo estaba en su derecho de hacerlo, porque la luz amarilla significa pase con precaución, pero no prohíbe el paso, como sí lo hace el semáforo rojo.La conducta de iniciar el cruce con luz amarilla es, además, premeditada e irresponsable. El conductor que realiza este tipo de maniobras no tiene motivos, salvo su apuro o ansiedad, para no esperar la luz verde. Esta infracción, precisamente por su carácter intencional, es grave. Por lo tanto, debería ser multada y sancionada con severidad. Y claro está, también es sabido que muchas veces las empresas de transporte pagan apenas un mínimo porcentaje de las multas que les labran.La luz verde tampoco...

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