En el Vaticano, otra final: la de los dos papas

ROMA.- A la sombra de la cúpula de San Pedro nadie habla de otra cosa: el "derby" del domingo entre Francisco y Benedicto XVI. Es decir, entre el papa en funciones y el papa emérito, también rebautizado "la final de los dos papas" o "la final del siglo".Desde que, anteanoche, la Argentina ganó su pase para la final con Alemania, la gran pregunta que se hacen muchos es qué pasará el domingo a las 21 hora italiana, cuando arranque el partido. Francisco y Benedicto, que conviven en armonía dentro de los muros del Estado más pequeño del mundo, uno en la Casa de Santa Marta, el otro en el convento Mater Ecclesiae, sobre una colina de los bellísimos Jardines, ¿se juntarán para ver el super-clásico papal?La idea no es del todo alocada. Se trata de dos papas amantes del deporte y, en especial, del fútbol. El ex arzobispo de Buenos Aires, "cuervo" de la primera hora, afiliado al club azulgrana y todo. Y Joseph Ratzinger, hincha del Bayern Munich y socio honorario del club de su Baviera natal.Pero ayer el padre Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede, echó por tierra cualquier expectativa en ese sentido. Asediado por preguntas de los periodistas, aseguró que no habrá cumbre papal para ver el partido y que tampoco se puede hablar de actitud de enfrentamiento de estos dos hinchas tan especiales."Los papas son personas superiores, dicen siempre que gane el mejor", comentó.Y es verdad. Aunque la porteñidad y la argentinidad de Francisco, un papa informal, que escandaliza al tomar el mate que le ofrecen compatriotas y que suele aferrar al vuelo camisetas de fútbol nacionales antes de las audiencias de los miércoles, son marca registrada, ante este Mundial el primer papa latinoamericano ha adoptado una actitud super partes. Aunque quiso renovar su pasaporte argentino, sabe que ahora es el papa de todos.Es más: consciente de la tradicional rivalidad Argentina-Brasil y la altísima sensibilidad en torno a ésta, siempre prometió "neutralidad" ante interlocutores brasileños varios, que van desde la presidenta Dilma Rousseff hasta desconocidos sacerdotes que le han suplicado justamente eso, neutralidad.¿Ha seguido el Papa los partidos de este Mundial y verá la final del domingo? Aunque resulte difícil de creer, la respuesta es no. Hasta ahora nadie lo ha visto sentarse a ver un partido del Mundial en su suite de la residencia de Santa Marta. La explicación es que, al margen de que no...