Varias batallas aguardan al ex militar

Fiel a su pasado "guerrero", Ollanta Humala se autodefinió ayer, en su acto de investidura, como un "soldado de la República", un término que le calza como anillo al dedo a un presidente que en los próximos cinco años deberá pelear varias batallas.El principal reto para este ex militar de izquierda que jugó a la política y ganó será implementar su promesa de inclusión social, sin alterar la senda económica que ha llevado al país a tener el mayor crecimiento de la región en la última década.Humala heredará una nación pujante, con un crecimiento económico del 8% anual, una inflación menor al 3% y unas reservas internacionales que han alcanzado un acumulado histórico de 47.000 millones de dólares.Pero no todo lo que brilla es oro: el legado de su antecesor, Alan García, también incluye a 10 millones de pobres, que representan un tercio de la población, y cientos de conflictos sociales latentes en todo Perú.Para evitar un estallido social, Humala tendrá que mantener los puntos exitosos del modelo liberal y alternarlos con políticas sociales que extiendan la base de beneficiados con el sistema. "Con inversores nerviosos por un lado y un pueblo harto por el otro, el equilibrio no se vislumbra fácil", señaló a La Nacion el analista político Fernando Tuesta.Más allá de esta prueba de fuego, en un país fuertemente dividido entre clases sociales, zonas geográficas e incluso razas, los desafíos del nuevo presidente prometen ser muchos más.Uno de ellos será combatir la corrupción. Los escándalos de sobornos se multiplicaron como pan caliente en los últimos años y el gobierno de García culmina con varias denuncias y una sensación de inacción ante el problema.Según opinó el sociólogo Eduardo Toche, del Centro de Promoción del Desarrollo, fue precisamente "el laxo manejo del gobierno en el tema, con la ausencia completa de un sistema anticorrupción, lo que llevó al partido de García a una catástrofe electoral, al obtener sólo cuatro representantes en el Congreso", de un total de 130 miembros.Como nunca antes, la conciencia anticorrupción crece hoy en la población, y varios analistas han advertido que cualquier polémica tendrá un efecto demoledor sobre el nuevo gobierno.Otro de los grandes retos de Humala será atender sin demora los conflictos sociales que se extienden por todo el territorio, verdaderas bombas de tiempo que ninguno de los anteriores gobiernos lograron desactivar.De acuerdo con el último informe de la Defensoría del Pueblo, existen actualmente más de 217...

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