Las vacaciones que un estruendo destruyó

VILLA GESELL.– Habían llegado con la ilusión de pasar sus primeras vacaciones solos en la playa. Lo hicieron anteanoche, a bordo del Corsa gris de Gabriel Rodríguez, de 20 años, tras recorrer 600 kilómetros desde Henderson. S http://www.lanacion.com.ar/1654279-dos-muertos-y-seis-heridos-por-la-caida-de-un-rayo-en-villa-gesell, a pocas cuadras de la playa. Ya estaba anocheciendo y tuvieron que debatir qué hacían. Si salían a conocer la noche de Gesell o si dormían para aprovechar a pleno la playa al día siguiente. Y ganó el descanso. Le tenían muchas ganas a la playa.Amanecieron temprano y http://www.lanacion.com.ar/1654359-uno-de-los-fallecidos-era-de-henderson-y-recien-habia-egresado-del-colegio-secundarioLos cinco amigos pasaron la mañana entre la arena y el mar. Hacía calor. Parecía que ese sueño que alimentaron durante todo el año de clases, de irse de vacaciones juntos, se había hecho realidad. Por eso, cuando empezaron a caer las primeras gotas, cerca de las 16 de ayer, decidieron quedarse. Habían comprado una cerveza y mientras los empleados del balneario levantaban las carpas, ellos se instalaron debajo de la número 6. Sólo había quedado el techo y las sillas ya estaban colgadas. Se sentaron en la arena y se quedaron esperando a que la lluvia pasara y les devolviera el día de playa.De pronto, se escuchó un estruendo que hizo que la poca gente que quedaba en la playa corriera a buscar refugio.Pocos minutos después, el estruendo se repitió y los hizo volar por el aire. Un rayo había descargado sobre las carpas 4, 5 y 6, que miran al mar y la electricidad atravesó los cuerpos de quienes estaban adentro.El grupo de amigos de Henderson quedó desparramado. Gabriel Rodríguez voló varios metros más allá y lo mismo le ocurrió a Gero Salvucci, de 18 años. Algunos comenzaron a vomitar. Rafael Viñuela, otro de los amigos, contó que vio cómo de su cuerpo salían "esquirlas". Eran las chispas que provocó la corriente eléctrica al pasar por su cuerpo, lo mismo que a Julián Mateos y a Uciel Calderón.Marcelo Evequoz, que está de vacaciones en Gesell, acababa de pedir una caipirinha en el bar cuando sintió el estruendo. Primero quedó atontado y después corrió hacia las carpas. Allí se encontró con el griterío general. Gero y Gabriel yacían inconscientes, mientras los demás adolescentes tenían quemaduras en los brazos.En la carpa de al lado, la número 5, un hombre intentaba reanimar a su hija de 11 años que había caído inconsciente. Era Fabián Ochoa, el padre de una...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR