Vacaciones culturales: el MAR, nuevo faro de atracción en la costa

MAR DEL PLATA.– Desde lo alto, la Monumental Moria (Casán) parece clavar sus ojos sobre la interminable hilera de visitantes que se pasean a sus pies, en la planta baja, y los que, repartidos en el primer piso, le quedan a la altura de la cintura.Con más de nueve metros, la imponente obra del artista Edgardo Giménez da la bienvenida al flamante http://www.lanacion.com.ar/1650944-verano-2014(MAR), que con casi 200.000 visitantes en tres semanas (la entrada es libre) se convirtió en el mayor éxito del verano cultural en http://buscar.lanacion.com.ar/MAR%20DEL%20PLATA. Es la locomotora de un tren de propuestas que, según la Secretaría de Cultura comunal, tiene 298 actividades distribuidas en una docena de espacios. Un contraste con la mala temporada teatral.Todos con un notable funcionamiento en este primer tramo de enero.Ya sin la cantidad de recitales gratuitos como sucedió en los años anteriores, un giro que se percibió tanto en la programación de actividades de los organismos oficiales como en las empresas privadas que acercaban estos shows en paradores, los turistas y marplatenses se dejaron llevar por propuestas más variadas que van desde las artes plásticas hasta los libros. En la mayoría de los casos, con entrada libre y gratuita."Esto es una muestra que el público, más allá de la condición social, responde cuando se le pone al alcance una propuesta distinta y con una oferta artística muy interesante", dijo a LA NACION el presidente del Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires, Jorge Telerman, satisfecho y sorprendido por la respuesta que han logrado en el MAR durante este primer tramo de la temporada.Esta avidez por consumir distintas variantes artísticas contrasta con una difícil realidad que transita uno de los rubros más trascendentes de la temporada alta marplatense, que es el teatro. Las ventas en boletería dejan mucho que desear hasta el momento.El museo inaugurado por la provincia a fines de diciembre último impactó primero desde su fachada, con un lobo de mar que copia a los de piedra que luce la rambla, pero en este caso con 11 metros de altura y revestido de dorado con casi 50.000 envases de alfajores, obra de la artista Marta Minujin. Luego, con las piezas presentadas puertas adentro, aportadas por varias de las más destacadas figuras surgidas del Instituto Di Tella. Y, por último, con sus actividades complementarias, que van desde muestras homenaje al cantante Sandro y al actor Alberto Olmedo hasta algunos shows musicales al...

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