La usina de US$1607 millones inaugurada por Cristina Kirchner que no funciona

Cristina Kirchner, en la inauguración de la central eléctrica que dos años después aún no funciona

Septiembre de 2015. La carrera electoral marcaba los tiempos en la Casa Rosada y la ex presidenta Cristina Kirchner aceleraba la sucesión de anuncios de inversión e inauguraciones con la expectativa de que los cortes de cinta inclinaran la voluntad de los votantes a favor de la fórmula Daniel Scioli-Carlos Zannini. Uno de esos raídes la condujo hasta Santa Cruz. El cuarto día de ese mes, la jefa de Estado celebró en la localidad de Río Turbio y rodeada de trabajadores la puesta en marcha de la central termoeléctrica del mismo nombre, que ubicada a sus espaldas significaba, en sus palabras, "más energía para los argentinos" porque permitiría producir 240 MW.

Esa foto parece haber perdido brillo hoy. Dos años y medio después, la central eléctrica que le costó hasta ahora al Estado US$ 1607 millones requiere de otros US$200 millones para estar terminada y operativa, algo que demandará otros 24 meses de trabajo. En otros términos: la usina inaugurada por Cristina Kirchner posiblemente no entre en operaciones en la gestión de Mauricio Macri.

En parte, las demoras en su puesta en marcha final se deben al apuro de la ex Presidenta. Un informe oficial sostiene que la unidad fue "inaugurada" sin estar terminada ni apta para funcionar de acuerdo con su proyecto original. Ese arranque forzado ocasionó daños en las instalaciones, como la rotura de tubos y problemas en los ventiladores.

Además, faltan sistemas completos que ni siquiera fueron provistos por Isolux Corsán, cuyo contrato canceló el Gobierno a principios de mes.

A la unidad II le faltan más de 900.000 horas hombre de construcción y montaje. Y se le deberán reponer partes que le fueron retiradas para atender las roturas de la unidad I.

Las irregularidades llegan incluso a enfrentar a la usina con el entorno. Por caso, no tiene Estudio de Impacto Ambiental (EIA), un requisito fundamental para las etapas de pruebas y operación.

El paso del tiempo también afectó las garantías de los equipos, que están todas vencidas, incluidas las de los turbogeneradores y las calderas.

Los más de US$1600 millones que embolsó Isolux -la empresa cambió el gerenciamiento local por el escándalo de Río Turbio- también ocultan sobreprecios y pagos adelantados por mediciones falsas de los avances de obra.

Hay más rarezas . Las últimas dos adendas al contrato agregaron US$352 millones al presupuesto inicial y se hicieron...

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