Usain Bolt: imparable e irresistible para los humanos

¿Podrían "El hijo del viento", Carl Lewis, o "El Expreso de Waco", Michael Johnson, hacer lo que ni el mejor Justin Gatlin no pudo? Al fin y al cabo, la única fórmula para frenar al Rayo jamaiquino la tuvo un ignoto cameraman chino al que deberían retirarle, de inmediato, la licencia para conducir segway. Es que a punto estuvo de transformar otra jornada de gloria de Usain Bolt en una historia de desenlace insólito. Tan grande es el cuádruple campeón mundial consecutivo de los 200 metros, el hombre de las 10 medallas doradas en competencias como las que se están desarrollando en el Nido de Pájaro de Pekín, que no sólo salió indemne del inesperado trancazo que pudo ocasionarle una seria lesión, sino que además se permitió bromear con ello: "Ya hay rumores por aquí de que fue Gatlin el que pagó al hombre". Humorada que entendió y aceptó su propio archirrival al contraatacar: "¡Quiero mi dinero de vuelta! El hombre entendió algo mal. Debía hacerlo antes de la carrera, no después".

En siete años, desde aquella fulgurante irrupción en este mismo escenario durante los Juegos Olímpicos donde selló su primer hattrick (100m, 200m y 4x100m), Bolt construyó un imperio de capacidad, idolatría e imbatibilidad en las grandes citas (salvedad hecha de aquella partida en falso en la definición de los 100m en Daegu 2011). Lo rubricó una vez más ayer en Pekín cuando, en un año en el que sus marcas no habían maravillado, puso dos veces KO, en un término de cuatro días, al mejor oponente que podía tener; primero en los 100m, en una final memorable y por una centésima; ayer, con un arranque explosivo (0.147s contra 0.161s de Gatlin), una aceleración descomunal al entrar en los 100 finales y un remate típico de su sello, diciéndole a todos "soy el mejor, aquí estoy". ¿Qué fue sin récord? Sí, marcó 19s55/100, contra los 19s74/100 de Gatlin y los 19s87 del sudafricano Anaso Jobodwana, el heredero que asoma con apenas 23 años. Pero no le preocupó no superarse en el crono.

"Sabía que no estaba físicamente para superar mi marca (19s19/100). Como sabía también que debía correr fuerte 150 metros. Y fue justamente ahí, en los 150, cuando miré al costado y lo vi a Gatlin muy cansado. Supe que ya no podría alcanzarme", dijo sin rodeos. Y dobló la apuesta: "Gatlin dijo que tenía algo especial para mostrar en los 200m, que era su prueba preferida. Bueno, los medios hablan mucho de mí respecto de los 100 metros, pero no lo hacen del mismo modo en los 200, así que tenía que...

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