Universidades públicas y transparencia

Es sabido que ni siquiera las universidades públicas fueron ajenas al florecimiento de la corrupción durante la era kirchnerista. Varias de las casas de altos estudios creadas en ese período no sólo se caracterizaron por una nada transparente rendición de cuentas de los cuantiosos recursos que les aportó el Estado nacional, sino que, además, encubrieron verdaderas cajas negras para el financiamiento de la política y para distintos negociados. Así se desprende de numerosas denuncias por malversación de fondos públicos que la Justicia debería investigar con mayor celeridad.

El debate sobre la falta de transparencia con que se vienen manejando algunos centros universitarios creados en los últimos años se renovó días atrás por el avance de las investigaciones de la justicia federal acerca de la construcción de un edificio para la Universidad Nacional Arturo Jauretche, en el partido bonaerense de Florencio Varela. La denuncia, presentada por la diputada Elisa Carrió, presume una malversación de fondos provenientes del Mercosur y del Estado nacional.

No puede dejar de resultar llamativo que, mientras eso ocurre, durante el primer año de la gestión presidencial de Mauricio Macri, la distribución de los aportes extrapresupuestarios siguió favoreciendo a algunas de aquellas universidades nacionales sospechadas de negocios espurios.

Determinadas casas de estudios están siendo beneficiadas de manera desproporcionada, si se considera el número de estudiantes que albergan. Por caso, durante el primer semestre de 2016, la Universidad de General San Martín recibió unos 101,5 millones de pesos en concepto de aportes extrapresupuestarios, lo cual representa unos 7510 pesos por alumno. Esta casa de estudios fue involucrada en una denuncia por una sospechosa y poco transparente triangulación de millonarios fondos públicos para la financiación de telenovelas para la televisión pública, en la que también están involucrados el ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido y la actriz Andrea del Boca. La misma universidad también dio la nota en las últimas semanas por su convocatoria a una beca denominada Presidente Néstor Kirchner, "inspirada en el legado y los logros" de su gestión.

La sigue la Universidad de Avellaneda, cuyo rector, Jorge Calzoni, de clara alineación con el kirchnerismo, alguna vez se definió como "un rector militante". Recibió un aporte de 53,2 millones de pesos, equivalente a 3632...

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