El unipersonal de las bellas canciones

Con el paso de los años, Pedro Aznar fue intensificando su rol de intérprete y arreglador. Paseó por las músicas más diversas, especialmente en la última década, a tal punto que algunos de sus conciertos podían parecerse al recorrido por un dial de radio, donde el oyente podía sorprenderse más de una vez con lo que encontraba en esa oferta musical.Primero dejemos en claro que las probabilidades de que Aznar entienda a sus discos o conciertos como paseos radiales son realmente escasas. Pero en estas líneas se toma esa licencia interpretativa, así como los músicos suelen tomarse ciertas licencias en el momento de versionar canciones.Su nueva producción discográfica tiene más que ver con una segmentación radial que con un paseo. Y esa segmentación no se concentra en un género musical, sino en una estética. El concepto es escuchar a Pedro lo más despojado posible; sólo su voz y algunos instrumentos que pasan por sus manos.Aznar no despunta vicios; más bien, deja que manden sus berretines: el de hacer que la música parta desde un punto hacia muchas direcciones, y el de traducir canciones del inglés o el portugués al castellano.A solas con el mundo , su nuevo CD, es una selección de piezas que tocó en vivo durante varios conciertos en la ciudad de Buenos Aires y en el conurbano bonaerense durante agosto de 2010. Evidentemente, lo importante no era buscar un lugar famoso, como lo hacen otros músicos. En la tapa...