Una última semana llena de amenazas y dudas

Las encuestas, a días de las elecciones

La falibilidad que las encuestas han mostrado en los últimos años en todo el mundo encuentra en la Argentina el peor de los contextos.

Los candidatos marchan a ciegas y cuando faltan nueve días para las elecciones presidenciales los consultores, que ayer cerraban contra reloj los últimos sondeos publicables, no pueden proveerles de ninguna certeza . Como hace medio siglo, cuando no había instrumentos de medición desarrollados y, sobre todo, confiables.

A la dificultad para conocer las preferencias de los electores, el escenario en el que se realizan los sondeos se parece demasiado a una ciénaga de arenas movedizas, en constante mutación, sin estabilidad ninguna y expuesta a fuertes impactos. Peor aún, existe la sospecha de que debajo de la superficie puede estar corriendo un río subterráneo cuyo calado, volumen y orientación nadie logra dimensionar. El deterioro imparable de la situación financiera y socioeconómica suma incógnitas día tras día .

La ratificación parcial, la profundización o un cambio significativo respecto de lo que ocurrió en las PASO son tres posibilidades que nadie está en condiciones de descartar. Lo que muestran la mayoría de los sondeos coincide con lo que íntimamente creen (no implica que saben) y admiten los tres candidatos a Presidente más votados en las primarias, aunque con leves variaciones y puestas en escena.

Por ahora, casi nadie se anima pronosticar con evidencias concretas un ganador en primera vuelta . Para que eso ocurriera cualquiera de los tres postulantes debería sumar un mínimo de dos millones de votos adicionales a los que obtuvo en las PASO y sus rivales no recibir casi ninguno más.

También hay algunas coincidencias. Todos ven a Javier Milei manteniendo la delantera , y una mayoría ubica segundo a Sergio Massa , a unos tres puntos en promedio detrás del libertario y alrededor de tres por delante de Patricia Bullrich. Obviamente, en cada campamento partidario mejoran en los márgenes sus propios números y en Juntos por el Cambio (JxC) los más optimistas alteran el orden para ubicarse en el ballottage . Pero todo ocurre dentro del amplio margen de error que hoy tienen las encuestas.

No obstante, en el círculo íntimo de los candidatos concuerdan con los consultores en que "la sociedad está entre el estado líquido y el gaseoso". Ningún instrumento de medición ofrece indicios certeros. No se trata solo de las encuestas con cualquier metodología. Tampoco despejan las...

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