La UIF justificó su actuación y ratificó que no recibe presiones

La Unidad de Información Financiera (UIF), el organismo antivado, defendió ayer su labor, basada en lo que calificó como su "apego incondicional a la legalidad", luego de que LA NACION revelara que en abril de 2016 recibió una alerta desde el extranjero sobre las cinco transferencias de dinero que un cambista brasileño envió en 2013 al actual jefe de la inteligencia argentina, Gustavo Arribas.

"Sacar conclusiones sobre lo que pudo haber recibido, hecho o dejado de hacer la UIF resulta irresponsable", planteó el organismo a través de un comunicado público, en el que afirmó que "la ansiedad de un medio de comunicación por conseguir impacto con sus denuncias no debe interferir en las investigaciones profesionales y técnicas que realizan las agencias de control con apego a la legalidad".

"Lo que sí la UIF puede afirmar es que, por primera vez desde su creación, la institución funciona de manera plenamente autónoma, sin injerencias indebidas por parte del Gobierno, la política o intereses sectoriales, tal como lo requieren los estándares internacionales y la ley argentina", añadió el organismo antilavado, en alusión a las denuncias por manipulación política que afectaron a las anteriores autoridades de la unidad, durante el kirchnerismo.

Confianza afectada

En esa línea, el organismo que lideran Mariano Federici y María Eugenia Talerico remarcó que "las prácticas poco profesionales de este organismo en el pasado minaron la confianza de sus fuentes locales e internacionales en la UIF, elemento central para su correcto funcionamiento, que esta nueva gestión está logrando restituir respetando el apego incondicional a la legalidad".

A continuación, la Unidad de Información Financiera recordó en el comunicado que la ley que regula el funcionamiento del organismo antilavado determina que sólo puede levantar el secreto sobre su actuación para poner en conocimiento del tema al Ministerio Público Fiscal cuando "hubiese agotado el análisis de una operación reportada y surgieren elementos de convicción suficientes para confirmar su carácter de sospechosa de lavado de activos", para que a su vez se evalúe si amerita radicarse una denuncia penal. Citó, así, el artículo 19 de la ley 25.546, que regula la actividad del organismo.

La respuesta de la UIF llegó sólo horas después de que LA NACION publicó que el organismo antilavado recibió en abril de 2016 una alerta desde el exterior, a causa de las cinco transferencias de dinero que uno de los operadores de las...

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