Uber y la libertad de elegir

La prohibición de dispuesta por la Legislatura porteña y traducida en penas de hasta $200.000 e inhabilitación para conductores es resultado de la presión del sindicato de taxistas y no de una visión progresista, como el distrito adopta en otras materias muy polémicas, donde no hay gremios que corten las calles. O que satisfacen a sus empleados, como el nuevo régimen de licencias por maternidad, paternidad y adopción aprobado por unanimidad.es una compañía internacional con sede en Holanda sin cotización bursátil pero cuyo valor, para los inversores privados, es superior a General Motors, Ford y Fiat Chrysler juntos. Esto no es un valor especulativo o de pizarrón, sino que refleja el aprecio que el público le atribuye al servicio que brinda, incluyendo su eficacia para proteger la seguridad de sus pasajeros. No tiene reservas de petróleo ni yacimientos de oro. Ese valor económico está basado en dos intangibles: su tecnología y su reputación.En la Argentina, como en otros países, los taxistas se oponen por tratarse de un servicio que les genera una competencia inesperada. Sobre todo, entre los más jóvenes, habituados a utilizar las "aplicaciones" para lograr las mejores ecuaciones de costo-beneficio. Es simple, confiable y más barato que el taxi. Y también brinda una alternativa a quienes buscan trabajos flexibles para obtener ingresos sin restricciones horarias.En todas las grandes ciudades los taxistas se quejan de Uber por competencia desleal ya que, para desarrollar su actividad, deben cumplir con múltiples normas que implican grandes costos, desde la licencia municipal y el registro profesional hasta el seguro para taxis y la relación laboral entre propietarios y conductores.Los choferes de Uber, al ser particulares conectados por una plataforma digital, solo deberían estar obligados a cumplir con las normas generales, como el registro, el seguro de responsabilidad civil y la VTV del vehículo. Y esa sí debería ser la exigencia que les imponga la Ciudad, requisitos estos con los que cumple Cabify, que también brinda transporte a través de una plataforma. De hecho, al entender que el uso de esa plataforma implica una actividad entre privados y que la Corte Suprema ratificó la legalidad de esa empresa. La cuestión de fondo, sin embargo, es si el transporte de pasajeros por una tarifa debe ser siempre regulado o si el Estado no debe intervenir, asumiendo los usuarios sus propios riesgos.El progreso tecnológico es inevitable y con mayor...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR