Turnos voladores, cartilla mínima, deuda y déficit: radiografía de una obra social convertida en caja política

Alejandro Amor, flamante presidente de la obra social porteña

Nadie podrá decir que no hubo un aviso. Fue exactamente el último 13 de julio, cuando, mientras discutía con empleados por las horas extras, Juan Carlos Cela, todavía presidente de la Obra Social de la Ciudad de Buenos Aires (Obsba) , les anticipó: "Yo les voy a decir la pura verdad. Esto, si no tiene arreglo en un mes o dos meses, despídanse de esta casa porque esto quiebra inexorablemente. Están cortados todos los servicios". El personal lo grabó y filtró el audio. Cela no tenía en ese momento la bola de cristal, sino los números reales de esta financiadora que atiende a unos 275.000 afiliados y acumula déficit, deuda, demoras en la atención, quejas y hasta denuncias por vaciamiento.

Obsba es lo que podría definirse como caja política transversal. El ejemplo típico de la Argentina corporativa. Fundada en 2000 para sustituir al viejo Instituto Municipal de Obra Social (IMOS), está manejada por el Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (Sutecba), que encabeza desde hace 39 años un histórico, Amadeo Genta, y por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

En la presidencia acaba de asumir un legislador del Frente de Todos, Alejandro Amor. Y el directorio, de 12 miembros más un síndico, está dividido en partes iguales para el Estado porteño y el gremio, e incluye además una silla para otros dos sindicatos: la Asociación de Médicos Municipales y la Unión de Docentes Argentinos. Una comparación odiosa: a OSDE, financiadora líder del país y de alcance nacional, le alcanza para funcionar con un presidente y cuatro directores, un tercio de los de Obsba, donde cada director cobra 350.000 pesos netos por mes.

Juan Carlos Cela renunció el lunes a la presidencia de la obra social

Si el panorama no es auspicioso para ninguna prepaga, en la financiadora de salud de la ciudad todo se vuelve caricatura. Basta con recorrer en estos días las redes sociales para advertir la cantidad de afiliados quejosos de prestadores que se niegan a atenderlos o, en el mejor de los casos, les dan turnos voladores . En la reunión con los empleados de julio, sin saber que lo grababan, Cela dio nombres. "Me acaban de llamar del Favaloro: no atiende a las personas si no llevan el cheque" , admitió. El lunes pasado, después de varios días de una licencia por enfermedad, Cela presentó la renuncia. Asumió en su lugar quien secunda a Genta en el gremio, Amor.

La situación es bien conocida...

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