El turno de bailar los 'no tan clásicos'

"Cada año armo una trilogía con obras cortas, en lo posible de coreógrafos actuales", anuncia Lidia Segni ante el inminente estreno de Trilogía Neoclásica II, programa del cual el Ballet del Teatro Colón, dirigido por ella, ofrecerá cinco funciones a partir de hoy. "Son coreógrafos importantes que componen obras breves -sigue Segni-, esas que no alcanzan para abarcar toda una velada. Así, podrán ver, en estreno, una obra como Fuga técnica , concebida en Brasil ,en 2009, por un coreógrafo de la última camada, Eric Frederic, de poco más de 40 años, para bailarines también jóvenes. Sólo que aquí no será una obra de cámara, como lució en Río, porque la amplió para 40 bailarines. Quien me invitó a verla en Brasil (donde reside el coreógrafo) fue Ana Botafogo, primera bailarina del Ballet de Río, quien ahora ha viajado a Buenos Aires para verlo aquí, el domingo."Estas trilogías conforman un género de programas que, en efecto, el balletómano aficionado agradece porque encierran pequeñas joyas de un repertorio poco frecuentado, y que, con su estilo neoclásico, permiten descansar de los grandes monumentos del gran ballet tradicional o neorromántico. Una de esas gemas de gran clase pero en formato reducido es Margarita y Armando , presentada el año pasado, pieza que el prolífico Frederick Ashton (1904-1988) compuso en 1963 con música de Liszt, cuando arrancó la actividad del Royal Ballet de Londres, verdadero templo de la danza fundado por el propio Ashton, y que el coreógrafo inglés dirigió hasta 1970. El ballet que volveremos a ver mañana (de unos 40 minutos de duración)...