Turismo ancestral. De los Valles Calchaquíes a la Patagonia: el poder de las comunidades campesinas
Desde el Batea Mahuida se ven el lago Aluminé y la península sobre la que se conformó Villa Pehuenia.
Julieta Yañez tiene 42 años, es artesana textil y hace sombreros de fieltro con fibra de lana de oveja y pelo de llama. Julieta, igual que Sonia o María, son algunas de las guías e intérpretes del Grupo Anguinaos , que ofrecen circuitos de caminatas en el pueblo de San Carlos y alrededores, experiencias vivenciales con artesanos y músicos y el aprendizaje de las técnicas de construcción en adobe.
Quienes visiten este pueblito histórico, enclavado en los Valles Calchaquíes salteños, ubicado a veinte kilómetros de Cafayate pueden bailar una chacarera, un gato, un carnavalito y cantar coplas mientras aprenden sobre la música de la región y los instrumentos en una actividad a la que llaman Concierto Didáctico . Pueden también elaborar sus piezas en cerámica, tejer, hacer un tapiz en telar con tinturas naturales y llevárselos a casa. "La idea es que el turista aprenda", apunta Julieta, que también dedica parte de sus días a la recolección de yuyos y aromáticas.
Recorrido por San Carlos, en Salta, junto al Grupo Anguinaos que ofrecen circuitos de caminatas en el pueblo y alrededores
Algunos sellos distintivos de este lugar es que se pueden visitar las cooperativas de secado solar y molienda de pimiento, oréganos, aromáticas y especias. O conocer como es el proceso y elaboración del adobe, el materiales de construcción tradicional de la zona, mientras se explican el proceso.
Las actividades las llevan a cabo guías e intérpretes avalados por el ministerio de turismo provincial. "Un artesano, por ejemplo, puede ser un intérprete que te acompañe en los recorridos -explica Julieta-. En el circuito histórico, por ejemplo, te va contando la historia del pueblo. En esa excursión se puede visitar a las teleras y a los productores también", precisa Julieta, mientras se escucha un gorrión de fondo. Las caminatas pueden ser por los alrededores o hasta el vecino pueblo de Barreal, duran entre dos y cuatro horas y suelen terminar con una merienda con dulces caseros, bollos con harina de rama (de trigo sin refinar), macitas dulces, y alguna infusión.
"Lo interesante de ser parte del grupo es que somos varios y podemos armar este propuesta diversificada y organizada. Es muy difícil que te conozcan individualmente. El turismo es una actividad que complementa el resto de las que hacemos, nos sociabiliza con otras experiencias y culturas", concluye Julieta.
Esta propuesta, como muchas otras a lo largo de la Argentina, son promovidas por la Raturc (Red Argentina de Turismo Rural Comunitario), una organización que nuclea comunidades de pueblos originarios y campesinas de todo el país . La organización trabaja por la autogestión del...
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