Entre la tristeza y las incógnitas futuras

La muerte de Aurora Bernárdez, que implica sobre todo la pérdida de una traductora ejemplar y de una mujer excepcionalmente generosa consagrada a preservar la memoria de su ex marido, abre también una cantidad de interrogantes acerca de la administración futura de la obra de Julio Cortázar. A la incógnita sobre el destino de los derechos, presuntamente consignado en un testamento que todavía no vio la luz pública, se suma la potestad sobre las futuras decisiones editoriales.

En los últimos años Bernárdez y el especialista Carles Álvarez Garriga se dedicaron a una pormenorizada tarea de rescate de inéditos de Cortázar que fueron publicándose en diversos volúmenes, entre ellos el llamado Papeles inesperados y, por otra parte, las Clases de literatura. Berkeley, 1980. Es cierto que en una nota sobre el tema de los inéditos póstumos que apareció en LA NACION el propio Álvarez Garriga dijo: "Ya no queda nada que publicarse, salvo pequeñas cosas insignificantes que no dan para un libro. Y no hemos publicado sus facturas, porque no las tenemos".

Pero ¿qué pasará, por ejemplo, con las cartas? Alfaguara publicó hasta ahora cinco volúmenes de correspondencia, aparte del tomo titulado Cartas a los Jonquières. Sin embargo, aparecerán probablemente más cartas desconocidas hasta ahora que demandarán nuevos libros.

Las ediciones en cuestión

Hay que recordar que Cortázar no tuvo hijos; su hermana Ofelia falleció y tampoco tuvo hijos. Es de suponer que será Álvarez Garriga, colaborador estrecho de Bernárdez durante estos últimos siete años...

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