Más de tres horas de espera para el nuevo trámite

José María Costa LA NACION"¡Me dijeron que iba a tardar 15 minutos!" La frase se repitió centenares de veces y en diversos tonos, entre el fastidio y la ironía, ayer a la tarde en el Centro de Documentación Rápida (CDR) del Registro Nacional de las Personas (Renaper), donde la demora para tramitar el nuevo pasaporte duró poco más de tres horas.Hoy se cumple una semana del traspaso al Renaper por parte de la Policía Federal del trámite de la emisión del pasaporte nacional. El gobierno nacional había anunciado que no demandaría más de 15 minutos, pero la realidad es otra.El miércoles pasado este cronista había llamado al 0800-9999-364 durante tres horas y no había podido conseguir un turno para tramitar la renovación del pasaporte. Por ello, ingresó a la web ( www.mininterior.gov.ar/pasaporte ), donde pudo obtener uno para ayer, de 16 a 17.A las 15.55, la fila para ingresar en el CDR, en Paseo Colón al 1000, era de media cuadra. Llegar a la ventanilla de recepción demandó 20 minutos, cinco más de lo que se había anunciado que tomaría todo el trámite.De allí en adelante, los 20 minutos para ingresar en el moderno edificio resultarían anecdóticos comparados con el resto de la larga espera.Para ser atendido en la recepción, donde se corrobora la solicitud del turno a través de una clave, pasaron 11 minutos más. Tras ello, se obtenía un número para pasar al primer punto: Verificación.LA NACION, con el número 1396, esperó 15 minutos hasta que uno de los ocho operadores llamó para chequear que tuviera toda la documentación y entregarle el talón para pagar los 130 pesos que cuesta la renovación del pasaporte.Allí, el número y el color que acompañaron hasta el final del trámite fueron el 1302 y el negro.Tras esperar cinco minutos para abonar el canon, quienes esperaban alternaban la mirada hacia dos tableros (ambos verdes y negros) y la primera reacción era de asombro, seguida de una sonrisa de incredulidad como si se tratase de una broma."Tuve 400 números delante del mío", dijo a las 16.45 Silvina, que había ingresado a las 14. Tenía el número 1137 y el tablero marcaba cerca de las 17 el 955.Pero LA NACION tuvo "mejor" suerte: sólo debía esperar que se atendiera a 347 personas que se disputaban el centenar de sillas en la planta baja del edificio, que terminaban acomodándose directamente en el piso o se dirigían al bar que estaba en el CDR para comer o tomar algo ante lo que se prenunciaba como una larga espera."Deciles a Cristina y a Randazzo que me mintieron"...