El Trece y Telefé, como en un tablero de ajedrez

La primera consecuencia deltriunfal retorno de Susana Giménez, ocurrido hace siete días, fue la renuncia de Secretos de familia al sueño de llevar las ficciones televisivas clásicas de Pol-ka a las noches dominicales. La decisión tiene sobre todo efectos simbólicos. Quien tuvo que retroceder sobre sus pasos con esta movida estratégica es nada menos que Adrián Suar, el máximo responsable artístico y de programación de El Trece. Exagerando un poco, retrocedió el conductor de un ejército frente a la primera escaramuza exitosa de su rival. Más que una batalla, estamos ante una larga partida de ajedrez. Un juego que todos reconocen casi como una ciencia y que reclama de sus participantes cabeza fría, todo lo contrario de la ansiedad dominante de quienes pasan todo el tiempo mirando planillas de rating actualizadas minuto a minuto.

La decisión de Suar es preventiva. Como sabe que Susana es la reina de las piezas que mueve Telefé, optó por sacrificar su propio alfil (Secretos de familia) para anticiparse a una posible sangría...