Tras los desafíos televisivos, el regreso al calvario

Ni ni Ignacio Rosner (¿su comprador?, ¿su CEO, como López lo llamó?, ¿su testaferro, como sospechan algunos funcionarios?) manejarán en adelante la principal compañía del empresario kirchnerista, Oil Combustibles. La decisión del juez Javier Cosentino, que intervino ayer totalmente la empresa, significa un duro revés para López, apenas 48 horas después de que saliera de la cárcel y la causa cambiara de carátula. López se pavoneó el viernes pasado, cuando comenzó a caminar en libertad, de que él era el dueño de todas sus empresas. Había empezado entonces otra pelea: la del propio López con Rosner, porque este se consideraba el propietario de todo el imperio empresarial construido por Cristóbal en los años del kirchnerismo. Los dos habían amenazado con ir a la Justicia.

Pero la Justicia decidió que ninguno de ellos manejará la empresa petrolera, que es, sin duda, la principal compañía de Indalo, la casa matriz de todas las empresas de López. Cosentino detectó una convivencia imposible entre los veedores enviados por el magistrado y Rosner, que se autoerigía en factótum inapelable del grupo empresario. No es cualquier grupo empresario: pesan sobre él una inhibición de bienes y el embargo de todas sus propiedades.

La AFIP le reclama, en la Justicia Federal Penal, el pago de 17.000 millones de pesos, suma que ese conglomerado de empresas asegura no tener. Sin embargo, Rosner aumentó el pasivo de manera exponencial en los últimos meses, según constataron los veedores. Ese aumento incluyó exorbitantes honorarios para el propio Rosner y sus socios (entre otros pagos que realizó), aunque la empresa se encontraba en bancarrota.

Funcionarios oficiales se manifestaron ayer conformes con la decisión del juez Cosentino, luego de que el Presidente se manifestara "indignado" por la decisión de la Cámara Federal que puso en libertad a López y cambió la carátula de la investigación penal. Uno de los jueces firmantes, Eduardo Farah (el otro es Jorge Ballestero), le reclamó a Mauricio Macri que se cuide cuando se pronuncia sobre una resolución de la Justicia. Si bien no es correcto que el jefe del Ejecutivo critique públicamente decisiones de otro poder constitucional, la Justicia, en este caso tiene una explicación. Es el jefe del Estado que reclama una deuda impaga con el Estado, y aquellos jueces dictaron una resolución que afecta los intereses del Estado.

La decisión de Cosentino habilita, además, un trámite más limpio para la eventual venta de la empresa...

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