Tras la caída de Mayer, es hora de pensar en la Davis

LONDRES.- Wimbledon se paralizó por unos instantes cuando los británicos creyeron que una de las suyas, Heather Watson, sería capaz de sacar del torneo a Serena Williams, y en los pasillos del All England asombraron tanto el mal momento del búlgaro Grigor Dimitrov como la solidez de Nick Kyrgios y la gran forma de Richard Gasquet. Pero al final del día todo desembocó en una vieja conocida: la Copa Davis. Culpa de Novak Djokovic, que sigue sin definir si irá a Buenos Aires, y responsabilidad también de Leonardo Mayer, que al caer en la tercera rueda y dejar el torneo sin argentinos en singles abrió la veda para hablar en profundidad del esquivo trofeo y de lo que puede esperarle a la Argentina en menos de dos semanas en el estadio techado de Tecnópolis.

"Va a ser muy difícil?", dijo el correntino arrastrando las palabras y aún algo impactado por el bombardeo de saques -y de tenis- al que lo había sometido el sudafricano Kevin Anderson en una soleada tarde en el All England Club. Anderson se impuso por 6-4, 7-6 (8-6) y 6-3, en un partido que vio a Mayer quejarse repetidas veces de su juego y sus golpes. "¡Siempre te hace la misma jugada, siempre la misma!", explotó el correntino, número 21 del ranking mundial, en un segundo set que sería clave para el desarrollo del encuentro: dispuso de un set-point con ventaja de 6-5, y la derecha se le fue por poco. Luego se encontró con una desventaja de 6-2 en el tie-break, antes de salvar esos cuatro set-points y volver a equivocarse con una derecha cuando disponía de su servicio para adelantarse 7-6. Ahí se acabó el partido, reconocería Mayer. "Él jugó mucho mejor. Estuvo muy bien con el saque, hubo un set y algo en el que no le podía leer el saque, no sabía para dónde iba a sacar, me costó mucho. Y a mí me costó mucho ganar mi game de saque. Encima te pone mucha presión ahora jugando él de fondo, porque ahora también juega bien de fondo".

Mayer está a un paso de ser uno de los mejores 20 del mundo, pero le cuesta imponerse a aquellos que tienen mejor ranking que él. La pregunta es sencilla: ¿qué le falta? La respuesta, bastante menos: "No sé qué me falta, la verdad que no sé. Me ganaron fácil acá y en Roland Garros en la tercera rueda. No sé qué falta, no lo entiendo. Trabajaré para ver si puedo mejorar un poco más mi ranking".

Agotado el análisis de Mayer en Wimbledon, la Davis entró en escena. Ya se sabía que el equipo estará integrado por él, Carlos Berlocq, Federico Delbonis y Diego Schwartzman...