Trabajo y placer, la fórmula ideal

Hace 20 años que todos los diciembre me instalo en Punta del Este para trabajar allí durante la temporada y disfrutar, además, de sus hermosas playas. Es complicado trabajar cuando todo el mundo está de vacaciones. Por ejemplo, vas por la ruta con el auto y te quejás: "¡Qué despacito va el de adelante!". Pero, en realidad, es uno el que se mueve apurado mientras se rodea de quienes disfrutan de un tiempo de descanso.Durante el primer mes, todo es trabajar sin parar junto con mi equipo. Pero para esta época el verano empieza a relajarse y comienzo a disfrutar más de todo. Me siento un agradecido por poder hacer mi trabajo al lado de la playa, invitando a amigos a participar de eventos y compartiendo ricas comidas y lugares bonitos en donde transcurren buenos momentos increíbles.Para mantener la armonía -y aunque esté con mucho por hacer-, todos los días salgo a correr y hago ejercicios de respiración; pero lo bueno de la temporada de verano es que tiene un principio y un final bien marcado, y uno lo vive como un momento específico del año, multifacético, cargado de adrenalina y sensaciones. Me encanta que el año se componga de este mix de estar, primero en la playa y, luego, en Buenos Aires, donde me conecto tanto con lanzamientos de temporadas de moda, así como, por ejemplo, de ArteBA.Una...