Si hay trabajo en equipo, que se note

Como era de esperar, el cambio de mando en River escenificó una ruptura y un contraste muy fuerte entre quien se iba del poder y los que llegaron. Se pasó del estilo personalista, caprichoso y confrontativo de Passarella al más inclusivo, racional y colectivo que encabeza D'Onofrio. River necesita resurgir y regenerarse como institución. Quedó claro que el mesianismo de Passarella lo llevó al borde de la destrucción. Si River no desapareció es por dos motivos. Primero, porque sus hinchas nunca lo abandonaron e hicieron de la supervivencia toda una cultura nueva, se curtieron en el sufrimiento. Y en segundo lugar, porque la identidad sentimental y social que envuelve a cada club de fútbol lo hace indestructible a cualquier tipo de calamidades. Racing sobrevivió hace 13 años a la lapidaria sentencia de la síndico Liliana Ripoll: "Racing dejó de existir".Pero tampoco conviene abusar de los anticuerpos de las entidades para resistir a los desatinos dirigenciales ni de la complacencia judicial y política, que muchas veces no quieren pagar el costo público que significaría hacer escarmentar a algún club. No son pocos los desafíos que le esperan a D'Onofrio, tanto en lo deportivo como en lo económico. Su lema de campaña fue el "trabajo en equipo". Quedó claro que el vicepresidente Brito y el tesorero Ballotta son los encargados de lidiar con números más en rojo que las temperaturas de este...

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