La torpeza, un factor olvidado

Los observadores políticos tendemos a sobrestimar la astucia como causa de los acontecimientos que comentamos, con olvido de otro factor de similar importancia. Ese otro factor es la torpeza. Los protagonistas se equivocan a menudo, cometen incluso gruesos errores, pero existe entre los observadores la tendencia a sobrestimar sus motivaciones, atribuyéndolas a cálculos sofisticados y hasta a actitudes conspirativas que responden más a la imaginación que a la realidad. Ni los protagonistas ni los comentaristas son tan inteligentes como se supone.Tal ha sido el caso de los gendarmes y los prefectos después del malhadado decreto 1307, que rebajó bruscamente sus salarios por debajo del nivel de subsistencia, lo que provocó una aguda crisis institucional. Sin dudas aquí gravitó un prejuicio ideológico antimilitar que se remonta hasta los Montoneros, premiados y exaltados por este gobierno en desmedro de los uniformados de un modo tal que muchos de éstos todavía padecen cárcel sin condena ni proceso, pese a su avanzada edad. Pero si alguna fuerza había quedado exenta de esta discriminación no fueron por cierto ni los militares ni los policías, a quienes los Montoneros vieron siempre como aliados de los militares, sino los gendarmes y los prefectos sobre quienes había caído la pesada tarea de reprimir para conservar el orden no sólo en las fronteras, que es su "hábitat" natural, sino hasta en el Gran Buenos Aires. ¿Cómo explicar entonces el decreto 1307 firmado por la Presidenta, que afectó sobre todo a los más humildes y leales de sus colaboradores, los gendarmes y prefectos de baja graduación? ¿Cómo explicar que la Presidenta haya castigado, precisamente, a quienes parecían ser sus preferidos?Que se trató de un inexcusable error y no de una maniobra sutil quedó comprobado pocas horas después, cuando el Gobierno, siempre en busca de culpables que lo eximan de sus responsabilidades, le pidió la renuncia a Raúl Garré, hermano de la ministra de Seguridad, Nilda Garré, y presunto redactor del catastrófico decreto, para dar marcha atrás y apaciguar de este modo a los gendarmes.Decía Homero que Ulises, el héroe de la Odisea, era "fecundo en ardides". Del mismo modo, la palabra "torpeza" es fecunda en significaciones. Según el Diccionario, el adjetivo torpe apunta a diversas conductas que consideramos disvaliosas, entre ellas "el moverse con dificultad", "ser rudo", "tardo en comprender", "deshonesto", "impúdico", "lascivo", "ignominioso", "indecoroso", "infame"...

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