'Fue todo una locura', dijo la víctima del taxista de Villa Urquiza

Desde el viernes a la noche que no pega un ojo. Se despertó un par de veces llorando de madrugada, nervioso, con palpitaciones. Dice que la angustia también le quitó el hambre y confiesa que recién ayer, aunque agotado por la exposición mediática que tuvo su caso, recuperó algo de tranquilidad.Fabio Rojas, de 50 años, , como se lo apodó en estos días a , que agredió a Rojas brutalmente tras una discusión de tránsito en el barrio de y se dio a la fuga. Todo quedó registrado en un video que se viralizó durante el fin de semana, donde se ve cómo Rímolo baja del taxi para pegarle a Rojas y rompe el cristal del Chevrolet Corsa. Indignado, Rojas también bajó de su auto y comenzó a golpear la parte trasera del taxi. A lo que Rímolo respondió con un nuevo ataque: se subió al auto, hizo unos metros hacia adelante y luego dio marcha atrás violentamente para chocar el vehículo de Rojas. De inmediato, escapó a toda velocidad, con una mujer y una beba de dos años, que según datos consignados por Martín Francolino, el abogado de Rojas, serían la mujer y la hija del taxista.Rojas también iba con su hijo, Paulo, de 22 años, sentado en el asiento del copiloto. Trasladaban una cama en el portaequipajes, de la casa familiar de Rojas al departamento de Paulo. "Mi hijo me había pedido que le diera una mano y le hacía de flete, llevándole la cama. Ibamos conversando cuando de repente el taxi se me tira encima y me encierra, en la esquina de Triunvirato y Pampa. Yo lo insulto y él se para unos metros más adelante. Se baja, me pega a mí por la ventanilla y después empieza a romper el parabrisas. Ahí cometo el error de bajarme. Paulo me quiso defender y le dije que se quedara tranquilo, que yo iba a resolver el tema. Todo el tiempo el taxista me decía 'te voy a matar; te voy a matar'. Y termina dando marcha atrás a toda velocidad para chocarme el auto. Mi hijo había estado parado ahí hacía dos segundos. Yo ni siquiera lo vi venir. Fue una locura", cuenta a LA NACION Rojas, que antes de hablar por teléfono le pidió a su hermano que respondiera la llamada."El sábado comenzó a viralizarse el video. A mí me lo mandó mi suegra, que se lo estaban pasando entre los taxistas. Y el domingo me llamaron de todas partes. Hoy [por ayer] sentí que la situación había rebalsado. Pero gracias al vecino que lo filmó, a toda la gente que me llamó para salir de testigo y a los medios que lo difundieron, estoy un poco más tranquilo. Yo no sé quién es este hombre, si puede aparecerse...

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