Tinelli, el velociraptor de la televisión

Los extraños (aunque muy rendidores) acontecimientos sucedidos en ShowMatch el martes último no estuvieron planificados y fueron dictados sobre la marcha por el instinto del conductor. Aunque cueste creerlo, así fue.De pronto, el formato del certamen de baile quedó de lado y, a continuación, hubo una suerte de largo e insólito stand up entre Marcelo Tinelli y una de las participantes, que derivó en una delirante e inesperada maratón gay.Que la luz, el sonido y el encuadre hayan sido perfectos y sin titubeos en todo momento -en los laberínticos pasillos de la productora Ideas del Sur, desde donde se emite el programa, en la calle, en la pizzería de enfrente y hasta arriba de un colectivo- no supone que estaba previsto sino que, una vez más, el equipo de producción del ciclo más sintonizado de la TV argentina es todoterreno y siempre está listo para seguir hasta el fin del mundo las locuras de su jefe, especialmente cuando sale con un cuchillo en la boca a "buscar" su programa más allá de lo pautado con tal de no perder ni una décima de rating por el camino.La TV abierta nuevamente atraviesa turbulencias que se expresan de distintas maneras: las ficciones locales tienen muy diferente rendimiento (cayeron dos de Pol-ka, viene otra en camino y Condicionados da menos de lo previsto, pero Graduados, en Telefe, es un caño que hasta empieza a ganarle algunos días a ShowMatch) y los horarios, especialmente los nocturnos, volvieron a dislocarse.El martes -día históricamente cabalístico en la TV argentina, con grandes lanzamientos y competencias en diversas épocas- ha vuelto a tener lo suyo en estos últimos tiempos. La decisión de modificar el horario de la tira de Sebastián Ortega precisamente ese día de la semana activó los afiatados reflejos a lo Rambo que Tinelli sigue teniendo para defender su programa como si fuese el primer día, a pesar de atravesar ya la temporada N° 23, sin año sabático que valga ni intenciones cercanas de tirar la toalla.Este es el séptimo año de "Bailando por un sueño" y hay síntomas de fatiga en el formato, por más estelares que sean las contrataciones (Gasalla, Florencia Peña, por nombrar sólo a los nuevos). Si bien el certamen en sí mismo por momentos parece agotarse y siempre es lo de menos (lo de más es todo lo que genera a su alrededor Tinelli sacándoles punta a desconocidos que transforma en mediáticos, como Peter, Tito, el fan de Wanda y ahora Charlotte Caniggia), sigue rindiendo. Probablemente los formatos similares, con otros...

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