Tinelli, el gran elector

Carlos Menem le agradeció su reelección, Fernando de la Rúa lo hizo responsable directo del deterioro de la imagen de su gobierno, Néstor Kirchner le reprochó la imitación que terminó por catapultar a Francisco de Narváez al triunfo sobre el ex presidente de la Nación en las elecciones legislativas de 2009.

Lo que para un país escandinavo podría ser una rareza absoluta -que mandatarios y candidatos presidenciales elijan presentarse -, en cambio, en la Argentina se ha convertido en una curiosa costumbre política que ya lleva dos décadas. Arrancó, en efecto, cuando el presidente riojano cerró su campaña para su segundo gobierno en el programa de , en 1995. Y ya nunca más paró.

La tradición se volvió a repetir el lunes último cuando Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa confluyeron en el estudio mayor de Ideas del Sur. La coincidencia suscitó comentarios encontrados.

El problema no es que los principales candidatos a la carrera hacia la Casa Rosada hayan concedido pasar una misma noche por ShowMatch, lo que inquieta es que ésa haya sido hasta ahora su principal movida mediática. No está mal que quienes aspiran a conducir el país se permitan mostrarse en su faz más humana, informal y divertida. Sólo que si es lo único que hacen con ese nivel de masividad, el testimonio público que dejan es extremadamente pobre.

Es evidente que no fueron a exponerse a la más multitudinaria vidriera de la TV argentina en busca del voto racional de su amplísima audiencia, sino a tratar de impactar de una manera más simpática y emotiva.

Nada grave, por mucho que hayan despotricado al respecto Elisa Carrió, Florencio Randazzo y el intelectualismo de medio pelo, más escandalizado por un programa de TV que por la continuidad en el poder de personajes turbios y procesados o por la despiadada persecución a un juez culpable de seguir viviendo a los 97 años.

Los candidatos no tuvieron reparo en aportar un plus de interés a la megaapertura mundialista de ShowMatch, el formato con el que suele autohomenajearse Tinelli cada año en que regresa a la TV argentina desde hace un cuarto de siglo.

Sólo que tan alta exposición epidérmica y chacotera exige ahora de esos mismos candidatos que den pasos muy claros y con prontitud para mostrarse también en una faz más seria y programática que los coloque en la dimensión de estadistas necesaria para llevar al país al lugar que merece.

En ese sentido, Massa se descolgó con un desafío que sorprendió al propio dueño de casa. Su...

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