Tiempo

HONG KONG.- ¿Quién no se ha sentido conmovido al mirar (o aun tocar) la piedra de un tiempo inmemorial? En esas piezas arquitectónicas, sean los pequeños vestigios o los grandes monumentos, está la memoria estremecedora del pasado. Esos testimonios, que con una punzada en el corazón vemos en iglesias y edificios de ciudades antiguas, en plazas y piezas artísticas, en casas privadas y museos, vestigios de aquello que ha sobrevivido al tiempo y el olvido, transmiten con fuerza la idea de lo ancestral: somos herederos de lo pretérito y remoto. Los dos turistas que se asoman a la escalera caracolada de Victoria...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR