Sonia Molina revivió con un dramático testimonio su cautiverio en Coronel Suárez

En las semanas previas fueron Estefanía Heit y Jesús Olivera los que aparecieron públicamente para contar, desde la cárcel, "su" verdad, esa en la que se ven y se sienten inocentes. Pero ayer, en el primer día del juicio oral contra la periodista de Coronel Suárez y su esposo, que se presenta como pastor quedó en el centro del foco. Tomó de su memoria cada momento desde aquellos tres meses de 2012 en los que, según reafirmó ayer, estuvo retenida en la casa de la pareja, en el sur bonaerense, y sometida a todo tipo de vejaciones y abusos por los cuales los acusa.respondió Molina ayer cuando el fiscal del juicio, Eduardo Zaratiegui, le preguntó cuándo habían comenzado aquellos abusos. En el transcurso de la jornada, la denunciante, de 35 años, aseguró ante los jueces Mario Lindor Burgos, Hugo Adrián de Rosa y María Elena Baquedano, del Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Bahía Blanca, que había sufrido abusos sexuales por vía "vaginal, oral y anal".Reafirmó que la golpeaban y que, incluso, una vez le hicieron comer heces de perro; que, cooptada por Olivera, le dio a la pareja miles de pesos para la creación de una "congregación", y que, para mantenerla a su merced, amenazaban con matar a su hija y lastimar a su familia.Heit, de 31 años, está acusada de reducción a la servidumbre, lesiones graves y estafas; Olivera, de 30, de esos delitos y de abuso sexual.Molina, según informó la agencia de noticias Télam, contó que conoció a Olivera en 2009, en Río Colorado, y que allí, en Río Negro, él la convenció de que le diera dinero para crear una congregación."Se había presentado como pastor. Por ese motivo había quedado alojado en casa de mi hermana, lo que es costumbre en la iglesia evangélica", recordó.Un templo "solidario"Luego explicó que la primera vez que viajó a Coronel Suárez por pedido de Olivera y Heit lo hizo con su madre, con la que había comenzado a trabajar en el proyecto religioso. "La idea que proponía" Olivera "no era formar un templo al que la gente se sintiera obligada a ir, sino [un lugar] con fines solidarios". "Cobré 22.000 pesos en cheques, los cuales entregué para lo que iba a ser la congregación en forma personal a Olivera", agregó Molina, quien dijo que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR