Textos personales a pedido: cuando una experiencia se convierte en creación literaria

¿Qué puede suceder cuando se le encarga a un escritor un texto urgente y personal a partir de una consigna determinada? Puede surgir un relato íntimo y furioso, como el que escribió Peter Cameron para el cierre del Filba. El panel "Bitácora" reunió a seis autores, tres nacionales y tres extranjeros, que leyeron al público producciones literarias inspiradas en visitas a sitios específicos: una parrilla de Liniers, una clase de baile en la villa 31, una sesión de masajes en el Barrio Chino del bajo Belgrano.

Además de Cameron, participaron el brasileño Bernardo Carvalho, la uruguaya Inés Bortagaray y los argentinos Agustina Muñoz, Teresa Arijón y Matías Moscardi.

"La premisa era ir al Barrio Chino y recibir un masaje de pies, algo que nunca había hecho", contó Bortagaray, que se sorprendió frente al "carácter del señor masajista". "Su falta de énfasis en los gestos y en los ademanes: cuando recibió el dinero, cuando me indicó dónde estaban la camilla y el perchero, cuando hizo la secuencia de masajes, los mismos movimientos, de presiones y frotación, en cada pie. Me resultó muy enigmático y me pregunté cómo era él, qué cosas serían de su agrado, ya que no creo que el masaje lo fuera."

De la experiencia, le quedó una imagen que disparó ideas para el texto: "Una enorme mancha de humedad en el cielorraso. Otra mancha más pequeña al lado. Mi dificultad para concentrarme en lo que sucedía ahí en ese momento". En un fragmento de "Masaje de pies", la escritora describe el instante en el que vio al hombre por primera vez: "Toco timbre y el masajista abre la puerta. No sé aún, no puedo todavía suponerlo, que quien aparece es el mismísimo masajista. Parece más bien un ferretero chino. Un hombre que podría tener 55 años. O tal vez 48. O quizás, en un día de...