Testigos de la ciudad: la historia de las seis cúpulas porteñas recuperadas en el centro y un detalle distintivo de cada una

Las cúpulas de los edificios porteños diseminados por la ciudad se utilizaron para valorizar las propiedades ubicadas en esquinas emblemáticas de Buenos Aires. Sin embargo, la evolución del paisaje urbano dio lugar con el tiempo a construcciones de esta naturaleza emplazadas también a mitad de cuadra

De distintos estilos, formas, tamaños y colores, las cúpulas de Buenos Aires se convirtieron en testigos de los últimos cien años de la intensa vida en la ciudad; un "museo a cielo abierto", que corona edificios y esquinas emblemáticas y que -por su propia historia- se intenta resguardar.

Como representantes del progreso de la burguesía argentina, estas piezas ornamentales tuvieron su esplendor entre fines del siglo XIX y principios del XX, y se utilizaron para valorizar las propiedades ubicadas en las ochavas, aunque tiempo después se extendieron a aquellas construidas a mitad de cuadra y proliferaron por un sinfín de calles porteñas.

El paso del tiempo, el cambio de costumbres, y la evolución del paisaje urbano en sintonía con las necesidades actuales, pusieron a prueba la conservación de varias de estas reliquias, cuya estructura original trastabilló total o parcialmente.

Con el desafío de no perder su impronta y a la vez proteger el valor patrimonial, el gobierno porteño encaró en los últimos años el desafío de devolverles su aura original. Enmarcado en el Plan de transformación del Microcentro, que se orienta en revitalizar el área central metropolitana, recuperó así un conjunto de las cúpulas y construcciones más icónicas de Buenos Aires.

"Uno de los hitos en la conservación del paisaje urbano de la ciudad fue la preservación y puesta en valor de las cúpulas de Buenos Aires", señaló a LA NACION Clara Muzzio, ministra de Espacio Público e Higiene Urbana, al ser consultada sobre la iniciativa. Respecto de las tareas desarrolladas y el valor histórico de los edificios añadió: "Gracias al trabajo detallista, manual y minucioso logramos mantener el protagonismo y esplendor original de los edificios". "Tenemos un museo a cielo abierto con valor arquitectónico, las esculturas y todo el patrimonio, que le da una identidad única a nuestro espacio público", aseguró en ese sentido.

Los trabajos llevados adelante se tradujeron en la puesta en valor de seis propiedades históricas que hoy integran las postales más tradicionales de la zona del centro, tanto para los porteños -celosos de su arquitectura-, como para los turistas que lo visitan a diario. Ellas son:

  1. Basílica del Santísimo Sacramento

    Antes y después de la Basílica del Santísimo Sacramento, considerada una de las iglesias más lujosas de la ciudad de Buenos Aires

    Un poco de historia : inspirada en la Catedral de San Pedro de Angulema, en Francia, la construcción de la Basílica fue propiciada por una de las mujeres más ricas de aquel entonces, la aristócrata Mercedes Castellanos de Anchorena, quien vivía en el Palacio homónimo, convertido hoy en el Palacio San Martín o sede de la Cancillería de la República Argentina, ubicado a unos 150 metros de la iglesia.

    La obra, de estilo ecléctico -en el que se fusionan...

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