Un testigo con una versión disímil de la que brindó hace un mes

ESQUEL.- Dos versiones disímiles, con nuevos detalles, algunas omisiones y una afirmación común: que Santiago Maldonado fue capturado por la Gendarmería cerca del mediodía del 1° de agosto. Matías Santana, el joven mapuche que anteayer declaró eso ante la Justicia, había brindado durante una entrevista con LA NACION, el 7 de agosto pasado, un testimonio divergente en matices y detalles.

Encapuchado, identificándose con el apodo de "Cona", en aquella conversación mantenida en el predio que la Comunidad Autónoma del PuelMapu (MAP) ocupa en una estancia de Benetton en Leleque, Santana había asegurado que desde la margen opuesta del río Chubut vio cómo Santiago Maldonado era golpeado por tres gendarmes y subido inmediatamente a una Unimog. También había dicho que había una valla de efectivos que actuaban como pantalla, a metros del móvil estacionado de culata cerca del agua, y que más tarde había observado cómo lo traspasaban a una camioneta de esa fuerza en el cruce de las rutas 40 y ex 40, que partió rumbo a Esquel.

Ayer, en una extensa entrevista con LA NACION, completó ese relato y le sumó detalles sobre los que antes no se había pronunciado.

Santana dijo que vio cómo lo golpeaban, "empujaban y llevaban al arrastre" a Maldonado por el predio tras escuchar "alto, estás detenido"; que atravesó a caballo el río, trepó a un cerro y que desde lo alto del terreno, con binoculares, sólo logró divisar una Unimog saliendo de la entrada de la comunidad a alta velocidad por la ruta. Agregó que luego vio cómo gendarmes introducían, ya en la ruta, un bulto enfundado en una campera celeste (Maldonado) en una camioneta de esa fuerza.

Los detalles que sumó son relevantes para la causa ya que durante el segundo rastrillaje realizado en el predio, los investigadores habían determinado que desde la otra orilla del río Chubut, que se halla en una hondonada, no se divisa el cruce de rutas.

También agregó el detalle del préstamo de su campera y dijo que la parca negra que supuestamente usaba el joven había quedado colgada en el rancho de guardia. "Después nunca más la encontramos -señaló ayer a LA NACION-. Seguramente, las fuerzas represivas la quemaron junto a todas nuestras otras pertenencias o la hicieron desaparecer."

En relación con los binoculares, contó que alguien los perdió en el río el 17 de agosto (por el 16 de agosto) cuando se realizó el segundo rastrillaje.

"Tuvimos que salir corriendo porque se nos venía encima la infantería (sic) a punta de...

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