La terminal de Retiro, sin control

No se vigila el ingreso de personas; no se controlan los equipajes y, menos, las encomiendas; cualquier taxi puede entrar en las dársenas internas sin ser inspeccionado; hay hurtos en los comercios y continúan los robos de equipajes en los micros que pasan frente a la villa 31. Ese es el panorama que reina hoy en la terminal de ómnibus de Retiro, la más grande del país."Acá no hay control, y a las plataformas entra el que quiere", se quejó a La Nacion Eduardo Brandan, maletero, de 47 años, quien coincidió con la opinión de otros trabajadores de la terminal que fueron consultados.En 2009, el gobierno nacional exigió a las terminales de ómnibus de todo el país que instrumentaran sistemas de seguridad. TEBA S.A., que tiene la concesión de la terminal de Retiro hasta 2015, presentó un proyecto con zonas de preembarque, con escáneres y rayos X , que aún espera aprobación.Lisandro López, presidente de First Security Consulting, la firma a cargo del proyecto, dijo a La Nacion que el plan fue aprobado por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y el Ministerio de Justicia de la Nación, y que están esperando que se expida la Secretaría de Transporte de la Nación.Armas por doquierLa empresa explicó que en 2009, durante cuatro meses, se realizó una prueba piloto: se controló que sólo pasaran a las plataformas quienes tenían pasaje en mano y se revisaron equipajes y encomiendas. "Fue impresionante lo que encontramos: secuestramos 40 armas de fuego, y la gente de limpieza también encontró varias armas en los cestos de basura de la terminal", afirmó López.El costo de mantenimiento del sistema alcanzaría a unos 500.000 pesos mensuales, según la empresa. Gustavo Gaona, vocero de la Cámara de Empresas de Larga Distancia (Celadi) dijo a La Nacion que por ese servicio se quiso cobrar una tasa de embarque extra a los pasajeros, a lo cual las empresas de ómnibus se opusieron.En la empresa de seguridad dijeron que a las firmas de transporte en realidad no les preocupa el aumento, sino que se resisten a ser controladas para que la Secretaría de Transporte de la Nación no sepa con exactitud la cantidad de ómnibus que son despachados por mes y que tienen relación directa con los subsidios de combustibles que les concede el Gobierno.Sobre la iniciativa de controles en la terminal de ómnibus de Retiro, que lleva una demora de un año, un vocero de la Secretaría de Transporte sólo dijo a La Nacion: "Cuando haya una definición sobre ese plan, será comunicada".Sigue el...

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