Tensión e incertidumbre en Grecia

ATENAS.- "Terrorismo = elecciones", reza uno de los tantos grafitis que hay en las paredes de la céntrica avenida Athinas. El grafiti resume la incertidumbre, el miedo y la bronca que reinan en Grecia un día antes del voto que podría definir si el país del Partenón, cuna de Europa, abandonará el aquí llamado "evró", o no.Los sondeos ya están prohibidos, pero las encuestas "secretas" hablan de una elección peleadísima entre el líder de la conservadora Nueva Democracia, Antonis Samaras, y el joven Alexis Tsipras, de la izquierda radical Syriza. Ninguno de los partidos lograría una victoria clara y, ya pasado mañana, habría negociaciones para crear una coalición contraria o favorable al rescate.Autoridades de la zona euro dejaron entrever que podrían dar al nuevo gobierno cierto margen de maniobra sobre cómo cumplir las metas fiscales fijadas en el rescate.Fenómeno político del momento por haber aglutinado, en los comicios del 6 de mayo pasado, ese rechazo visceral a los dos partidos que gobernaron al país en los últimos 40 años, y a las medidas de austeridad, Tsipras quiere pulverizar el controvertido memorándum por el cual Grecia acordó sus dos rescates, lo que representaría la salida de facto del país de la eurozona.Gracias a ese acuerdo, recibió un rescate millonario de parte de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Atenas necesita ese dinero para cubrir sus deudas y para que funcione su gobierno, pero a cambio debió someterse a un plan de ajuste que hundió al 30% de la población griega en la pobreza extrema y a la economía en una recesión nunca antes vista.Por errores propios, cometidos durante años, y exigencias ajenas, Grecia está al borde del abismo. La crisis es visible en el centro de Atenas, donde crecen los negocios cerrados y el número de gente que revisa basura y duerme en la calle. Los comedores populares no dan abasto, el desempleo trepó al 22% -con el juvenil en más del 50%- y la bronca es palpable."¿Qué importancia tiene estar en el euro o fuera del euro si hay gente que se está muriendo de hambre?", dijo a LA NACION Vassillis, peluquero de 52 años que tiene cada vez menos clientes y que contó, indignado, que a su padre de 82 años le cortaron la pensión a la mitad. "Con cualquiera que gane, vamos a estar peor", aseguró este padre de un hijo de 27 años desocupado, escéptico como la gran mayoría de los griegos, enojados y deprimidos por una crisis que les cambió drásticamente la vida.Yanis Zervakis, gerente de un...

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