Tensa calma entre el Gobierno y la Justicia, a la espera del fallo de la Corte por los jueces Bruglia, Bertuzzi y Castelli

Después de un mes de máxima tensión entre el Gobierno y la Corte, con cruces que incluyeron del presidente Alberto Fernández al presidente del máximo tribunal, Carlos Rosenkrantz, la última semana bajó el nivel de conflicto y apenas si cruzaron pirotécnica de cotillón en torno a las en el Poder Judicial.No obstante, es apenas una tregua no acordada, que coincide con que la decisión del oficialismo del el proyecto de reforma judicial y poner entre paréntesis, por estos días al menos, la embestida contra el Procurador General interino Eduardo Casal. Nada es para siempre.El conflicto entre los dos poderes fueron ejes centrales del debate entre los empresarios en IDEA y el propio presidente Alberto Fernández. En ese foro reclamaron al Gobierno y a la propia Justicia un Poder Judicial despolitizado. Lo pidieron con tanta vehemencia como la necesidad de seguridad (derivada la confianza) para hacer negocios. Fernández les contestó con la necesidad de la reforma judicial e insistió en la necesidad de dar marcha atrás con los traslados de los camaristas Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli. Nadie dejó de lado sus reclamos, solo que se canalizaron sin estridencias.Está claro que lo de esta semana fue un impasse de calma, pero alcanza una chispa para que todo vuelva a arder si es que esta semana la Corte finalmente dicta un fallo que termine de resolver el conflicto por el traslado de Bertuzzi, Bruglia y Castelli.. Por lo pronto los jueces se presentaron el viernes a última hora ante la Corte para pedirles que extienda su licencia extraordinaria que se vence el lunes, pues están ante una situación de incertidumbre, acerca de dónde deberían ir a trabajar y la validez de las sentencias que eventualmente firmen. Esta circunstancia obligaría a la Corte a pronunciarse pronto.El juez Carlos Rosenkrantz tiene una postura que ya hizo pública en su disidencia a la acordada 4 de 2018, firmada con su colega Elena Highton de Nolasco cuando sostuvo que los traslados de jueces eran mecanismos constitucionalmente válidos y que no era necesario instrumentar un nuevo procedimiento de designación ni requerir un nuevo Acuerdo del Senado, como ahora decidió el Consejo de la Magistratura y proclama el presidente Fernández, Cristina Kirchner y todo el oficialismo. Al abrir el per saltum por el reclamo de los camaristas, Rosenkrantz esbozó su postura y fue más allá, dijo que estaban en juego valores republicanos y la suerte de decenas de jueces trasladados en...

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