Brasil pelea para no caer: los temores acorralan a la estrella emergente

RIO DE JANEIRO.- Los brasileños adoran festejar, y 2011 les dio motivos suficientes para hacerlo, aunque este año les cueste mucho más reponerse de la resaca.Para Navidad, Brasil superó a Gran Bretaña y se convirtió en la sexta economía del mundo, hito que fue celebrado como si fuese la victoria en otro Mundial de fútbol. Luego, a fin de año, tras el anuncio de que el desempleo había alcanzado su mínimo histórico mensual (5,2%) y que el salario mínimo aumentaría de 545 a 622 reales (de unos 300 a 340 dólares), miles de cariocas y brasileños de todos los rincones del país acudieron a la playa de Copacabana para despedir 2011 con botellas de champagne francés importado en mano. Sin embargo, los nubarrones ya se veían en el horizonte y la lluvia terminó aguando la fiesta. Algo similar sucedió con la economía.Pocas semanas después, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE), reveló que, debido a la crisis internacional, el país había crecido tan sólo un 2,7%, menos que las expectativas oficiales, que proyectaban una expansión económica de alrededor de 3,5%, y muy lejos del crecimiento del 7,5% de 2010. El sector industrial fue quien paró la música que le daba ritmo a la fiesta: cerró el año con un crecimiento de tan sólo 0,3% en relación con 2010, cuando se había expandido al 10,5%.Las señales de alerta se veían venir desde temprano: un incesante flujo de capital extranjero que llegaba para aprovechar las altas tasas de interés (la de referencia del Banco Central llegó a estar en 12,50%; hoy bajó al 10,50%), no a invertir en producción; un real sobrevaluado frente al dólar que volvía mucho más baratos los productos importados que los locales; unas exportaciones cada vez más basadas en materias primas (70%), por el alto precio de las commodities en el mercado internacional, y una inflación que aumentó al 6,6%, riesgosamente por encima de la meta del gobierno.El equipo económico de la presidenta Dilma Rousseff intentó algunos remedios: anunció medidas para beneficiar la industria a través de incentivos al consumo, contener la inundación de productos importados y frenar la apreciación del real. Mientras que el Banco Central comenzó a reducir su tasa de interés. No obstante, la industria siguió maltrecha: en enero se redujo un 2,1% y, pese a una leve recuperación en febrero (1,3%), la producción industrial en los últimos doce meses registró una caída del 1%. Así, afuera comenzó a tomar fuerza la percepción de que Brasil está llegando al límite de...

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