Temor en Francia por un incidente en una planta atómica

PARIS.- Para las autoridades francesas, la explosión en un horno de desechos radiactivos que provocó la muerte de una persona y dejó heridas a otras cuatro en el sur de Francia fue "un accidente industrial y no nuclear". Pero el incidente volvió a encender la mecha del debate sobre la utilización de la energía atómica para usos civiles en el país.El estallido y el posterior incendio se produjeron cerca del mediodía en el Centro de Tratamiento y Acondicionamiento de Desechos de Débil Actividad en Marcoule. Esa planta es operada por la sociedad Socodei, una filial del grupo Electricidad de Francia (EDF) en Marcoule, a unos 32 kilómetros de Aviñón.La deflagración en el sitio nuclear más antiguo del país afectó un horno eléctrico puesto en servicio en 1999 que sirve para disminuir el volumen de los desechos radiactivos antes de acondicionarlos. Ese horno es utilizado para la incineración de guantes, uniformes y máscaras, y para la fusión de pequeños objetos de metal.El horno está en un local ubicado en el interior de un edificio. "El local fue afectado, pero el edificio quedó intacto", dijo Thierry Charles, director de Seguridad del Instituto de Radioprotección y Seguridad Nuclear (IRSN) de Francia. A las 16, la Autoridad de Seguridad Nuclear francesa (ASN) indicó que el accidente estaba "terminado" y que no había sido detectada "ninguna contaminación"."Ninguna de nuestras seis balizas ubicadas en la región (el valle del Ródano) detectó contaminación", confirmó la Comisión de Investigación e Información Independiente sobre la Radiactividad (Criirad) en su sitio de Internet. "No hay riesgos radiactivos ni químicos", agregó el ministro de Energía, Luc Besson.Para la ASN, la naturaleza del accidente no exigió acciones de protección a la población, mientras que el Ministerio del Interior afirmó que no se tomaron medidas de evacuación o confinamiento, "pues los heridos no resultaron contaminados"."El deceso se produjo por culpa de la explosión y no como consecuencia de eventuales escapes radiactivos", agregó el organismo.En el momento de la explosión, el horno contenía cuatro toneladas de metales radiactivos de escasa actividad, un nivel considerado "muy débil" por los expertos. "Esas cuatro toneladas de metal tenían una radiactividad de 67.000 bequereles, o sea, 17 bequereles por kilo. Un nivel que no tiene absolutamente nada que ver con la cantidad contenida en un reactor", precisó Olivier Isnard, del IRSN. A título comparativo...

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