Temer planifica la estrategia para salvar a su gobierno del estallido

RÍO DE JANEIRO.- La cuenta regresiva de la bomba en el Tribunal Superior Electoral (TSE) ya se puso en marcha. El presidente del TSE confirmó el juicio por abuso de poder político y económico contra la fórmula Dilma Rousseff-Michel Temer de las elecciones de 2014, y en el Palacio del Planalto ya empezaron a diseñar a toda prisa una estrategia para salvar el gobierno del estallido.

Arrinconado por la celeridad del juez responsable del caso, Herman Benjamin, y conminado a cumplir con el reglamento interno de la Corte, el titular del TSE, Gilmar Mendes -amigo de Temer-, no tuvo más remedio que incluir el proceso en la agenda de la próxima semana.

Así, habrá cuatro sesiones dedicadas a analizar si se debe anular el mandato de la fórmula Rousseff-Temer por irregularidades electorales y financiamiento ilegal de su campaña: el martes por la mañana y por la tarde; el miércoles por la tarde, y el jueves por la mañana. Si la mayoría del TSE se inclina por la condena, Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), deberá dejar el cargo que asumió hace apenas 11 meses, tras el polémico impeachment por manipulación de las cuentas públicas a Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT).

Aunque el gobierno busca mostrarse sereno y seguro, en el Palacio del Planalto se respira intranquilidad. Nunca se pensó que llegaría tan lejos la demanda ante el TSE, que fue presentada por el candidato derrotado, el socialdemócrata Aécio Neves, hoy uno de los socios clave de la alianza que lidera el PMDB.

Además, el timing no podría ser más inoportuno: justo en momentos en que la economía de Brasil empieza a exhibir los primeros indicadores positivos después de atravesar la peor recesión de su historia.

Tras bastidores, emisarios del Planalto operan para advertir que una abrupta salida de Temer produciría una catástrofe político-económica. Las reformas estructurales que este gobierno logró aprobar desde que asumió el poder -congelamiento del gasto público, flexibilización laboral, privatizaciones y la propuesta de reforma del sistema jubilatorio- quedarían a la deriva y el país se sumiría en un nuevo período de incertidumbre institucional, que alejaría las tan necesarias inversiones.

Ante el TSE, en tanto, la defensa de Temer desplegará a partir del martes una estrategia de tres puntas.

En primer lugar, buscará anular el proceso alegando que la demanda original del Partido de la Social Democracia (PSDB) quedó desfigurada. Ahora como aliados del PMDB...

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