Sobre la técnica en el derecho

AutorGuibourg, Ricardo A.

Sobre la técnica en el derecho

por Ricardo A. Guibourg

Algunos autores han acuñado un nombre una sigla para designar cierto fenómeno y señalar a la vez a sus responsables y víctimas. Lo llaman el síndrome USTED, que significa "uso subdesarrollado de las tecnologías desarrolladas", pero indica al mismo tiempo que nosotros, y sólo nosotros, somos artífices del modo en que acojamos y aprovechemos esas tecnologías. Mirémonos en el espejo: ¿estamos fomentando este síndrome o, al contrario, trabajando para superarlo?

Es curioso, pero la técnica empleada para construir las pirámides (a lomo de egipcio y sin ruedas) se nos antoja enteramente superada, en tanto el procedimiento habitual para tomar decisiones (mediante el funcionamiento desconocido de una mente que depende de recuerdos imprecisos y de pulsiones subliminales) nos parece inevitable.

No sólo inevitable: también solemos sostener que es el más deseable, ya que el hombre es un ser tan excelso, sus intereses tan diversificados y sus conductas tan impredecibles que sólo la chispa divina que anida en nuestra razón merece el honor de adoptar decisiones que afecten a otros hombres. Y así, nos aferramos al papel oficio firmado para todo lo que vale la pena, no tenemos objeción en convenir por teléfono lo que luego habremos de firmar, aceptamos pedir a la computadora algún antecedente de jurisprudencia, desconfiamos en mayor o menor medida de los trámites judiciales informáticos y rechazamos con verdadera indignación cualquier propuesta que implique que un montón de chatarra electrónica pueda decidir la menor de nuestras controversias.

Semejante reacción no es caprichosa: estamos condicionados para adoptarla. A nuestras espaldas llevamos una teoría del derecho de lenta y costosa modificación, un concepto de sistema jurídico atado a la noción de norma (entendida ésta, en el mejor de los casos, como un artículo de una ley o de un código) y una idea de la relación entre derecho y sociedad que está llena de preconceptos, de buenas intenciones y de controversias ideológicas.

Así es como hemos empezado por mantenernos como usuarios de la tecnología. ¿Podemos hacer otra cosa? Sí, podemos convertirnos en protagonistas del cambio para desarrollar, además, la tecnología del usuario. Esto no significa que debamos estudiar programación y convertirnos en técnicos informáticos: quiere decir que, para aprovechar cabalmente la tecnología que se nos ofrece, podemos y debemos desarrollar nuestras...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR