Tanques: a la conquista de las salas porteñas.

H ace algunos años, las grandes empresas productoras del cine norteamericano lanzaron un plan en su país que hoy comienza a darles frutos en todo el mundo. Sus grandes producciones, mejores o peores en cuanto a contenidos, pero con intención de lograr grandes recaudaciones (lo que en la jerga del cine se conoce como tanques), debían cumplir una lista de requisitos que, según los estudiosos del mercado, iban a dar sus frutos muy rápidamente. Primero, las sucursales locales debían estrenar este tipo de productos en la mayor cantidad de plazas al mismo tiempo que en los Estados Unidos, y en cada una de ellas en la mayor cantidad de salas posibles, incluso dentro de un mismo complejo. Cumpliendo esta meta, conjeturaron, se reduciría el impacto de la piratería, pero lo importante era que se multiplicaría el efecto de las campañas publicitarias globalizadas y se asegurarían muchas funciones con unos pocos minutos de diferencia entre unas y otras. Así, el espectador llega al cine a cualquier hora y la función comienza en nuevas salas más pequeñas y más fáciles de llenar. En todo caso, si el caudal de público bajara, de un jueves al otro cambiarán de programa, lo que garantiza al exhibidor una explotación más intensiva de su negocio. El efecto del tanque, de los títulos ubicados en los tres primeros lugares de recaudación que se instalan para quedarse un largo rato, se prolonga entre 5 y 10 semanas. Ya en la tercera semana puede llegar al millón de espectadores. Pero para copar esa zona privilegiada se necesita ir renovando títulos. Para alcanzar hasta un 80% del mercado local se necesitan entre 12 y 15 tanques al año, que se reparten "la parte del león". El resto es para las películas norteamericanas compradas por distribuidores independientes argentinos, para producciones de otros países y, finalmente, para el cine nacional.En el último medio siglo, en la Argentina cerraron alrededor de 1000 salas, 150 sólo en la ciudad de Buenos Aires. Las que se abrieron, mucho más pequeñas, no reúnen las localidades equivalentes a 50 de aquellas viejas salas. Hoy por hoy, en la Argentina funcionan alrededor de 800 salas y hay estrenos, como el de hoy de Transformers 3, que llegan a ocupar más de 200 de esas salas. Al momento del estreno de cada uno seguirán en cartel, además, tanques sostenidos de semanas anteriores y así, en recaudaciones descubriremos que la apuesta actual pone el negocio por delante de los contenidos.No obstante la merma de pantallas, en especial las de...