Tango, la lengua común

La chicharra, la guitarrita, las campanitas, tocar a la parrilla, la pelotita, yumba, umpa umpa, caché, el tambor, la vaca, arrebatado, tocar cuadrado, a tierra, arco en blancas y bordoneo son algunas de las palabras que conforman el glosario interno del tango, la jerga que manejaban oralmente los maestros del género y que de alguna manera aparecía desordenadamente en las partituras. Las nuevas generaciones necesitaban traducir primero esos códigos expresivos para poder entrar de lleno en el lenguaje tanguero. Desde hace años, como una suerte de antropóloga musical, la flautista Paulina Fain (integrante en los inicios de Tangata Rea, uno de los primeros grupos noveles de los noventa) se dedicó a crear y dirigir métodos de traducción y decodificación del lenguaje tanguero para que todos pudieran tocar lo no escrito."Creo que a nuestra generación le toca esta misión de decodificación de todo lo que los maestros nos pasaron y que finalmente todos los músicos tengan acceso y entiendan el lenguaje tanguero, que es aquello que aparece en la partitura pero no está escrito. Es una manera de lograr que esa escritura se transforme en música y pueda sonar como tiene que sonar", dice la integrante del dúo instrumental Fain-Mantega, con el que grabó tres discos.El impulso de este trabajo de recopilación de información junto a Ramiro Gallo, acudiendo a los viejos maestros del género, sirvió para crear un método tanguero que unificara el lenguaje y lo difundiera entre una nueva generación: la reconocida editorial Ricordi la convocó para dirigir esa colección para instrumentos como la flauta, el violín, el piano y el contrabajo."Fue un largo trabajo que desarrollamos con Ramiro Gallo, con el que fuimos a preguntarles a los grandes maestros cómo bajar una metodología didáctica y pedagógica que aunara un mismo código común. En la historia del tango cada arreglador fue anotando los yeites como le pareció. Al no haber una misma decodificación, existían diferentes marcaciones, entonces si no tenías al maestro al lado no podías hacer sonar lo que había en la partitura. Apenas sonaba un 30 por ciento. Queríamos cambiar esa lógica en el tango. El jazz, por ejemplo, se ocupó de generar metodología para que los músicos de lugares lejanos entendieran cómo funciona esa música", explica Paulina Fain, también directora de la asociación Tango Sinfín, con la que se dedicó a formar artistas en todo el país.Otro paso para difundir esa metodología fue la creación del primer Encuentro...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR