Taiwán y el éxito chino

La económicamente exitosa isla de Taiwán sigue evidenciando orgullosa al mundo su modelo político de democracia y de vigencia de las libertades civiles y políticas para los 23 millones de almas que hoy conforman su población.China, es evidente, no puede exhibir lo mismo puesto que no es, políticamente, una democracia, sino un país totalitario, con un gobierno autoritario manejado por una elite que controla férreamente todos los resortes del poder. Económicamente, en cambio, China es hoy uno de los dos países más poderosos del mundo.Taiwán acaba de tener sus elecciones municipales el 24 de noviembre pasado, con un resultado novedoso, que quizás signifique un presagio. La presidenta, Tsai Ing-wen, partidaria de mantener la independencia de China, ha sido derrotada en ellas. Para su agrupación, el Partido Demócrata Progresista, que desde hace dos años está en el poder, lo sucedido obliga a una revisión de su actual estrategia política.En el caso de China, acusada con reiteración de haber interferido electrónicamente en la campaña electoral, lo sucedido se inscribe como un triunfo tardío, pero muy esperado.La razón del cambio de humor político en Taiwán tiene probablemente que ver con el vertiginoso ascenso político y económico chino y con sus constantes amenazas de invasión...

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