Tailandia: el excéntrico rey con aspiraciones absolutistas que no consigue un heredero a su medida

El rey Maha Vajiralongkorn saluda en Sanam Luang

Tailandia desborda de playas de ensueño, grandes palacios y estatuas budistas, atracciones que hicieron del país del sudeste asiático un imán del turismo internacional. Pero ahora desborda también de temblores políticos, a causa de la monarquía, una institución con verdadero poder que no tiene intenciones de encerrarse en el clásico rol decorativo de encabezar banquetes y ceremonias.

En medio de estas convulsiones , está además en duda qué pasará con la sucesión de la corona real, es decir, quién ocupará el trono al momento del relevo de esta monarquía presuntamente parlamentaria como las europeas, y con visos absolutistas, también como las europeas… del pasado.

El rey Vajiralongkorn, que subió al trono en 2019, se considera a sí mismo un ser semidivino, medio dios, medio humano, lo que le da carta blanca para hacer lo que se le ocurra, para bien o para mal. Y, según un buen número de ciudadanos, suele ser para mal: se instala a vivir en el extranjero con un harén de concubinas , designa mariscal a su perro Fufú, encarcela o destierra a sus exmujeres, desconoce a sus hijos, manda a prisión a sus críticos. ¿Un comentario, una ofensa, una burla? Marche preso.

El rey Vajiralongkorn y la reina Suthida, durante la coronación del rey Carlos III en Gran Bretaña

Son estas extravagancias de caricatura -al estilo Calígula, que nombró cónsul a su caballo- las que están en discusión en la sociedad tailandesa y que dieron lugar, hace tres años, a un estallido popular. Fue una auténtica toma de la Bastilla que exigía derogar las leyes de "lesa majestad", como se denomina al castigo de 15 años de cárcel a quien ose decir algo contra del monarca, aunque sea al pasar.

Bajo las leyes de "lesa majestad", cientos de personas fueron acusadas judicialmente por insultar a la familia real en los últimos años. Al mismo tiempo, estos delitos le permiten al Ejército hacer yunta con el rey y justificar sus intervenciones en la vida política.

Vajiralonkorn sobrevivió al tumulto plebeyo y sujetó las riendas. Pero no se sabe cómo evolucionará la presión en la calle de una población dividida sobre el rol de la monarquía. Porque existe una grieta a la tailandesa entre quienes se aferran al rey, en alianza con el Ejército, y quienes se decantan por una democracia de verdad.

Las manifestaciones de 2020 en Bangkok pusieron de relieve el descontento de gran parte de la población con el rey

"La monarquía tailandesa está en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR