Un tacubo de puño y letra

Joselo está acostumbrado a los aviones, a las extensas giras y a las agendas bien cargadas. Como miembro de Café Tacuba lleva 25 años conviviendo con valijas siempre listas para volver a partir. Pero esta vez, el equipaje que acompaña al músico mexicano tiene más que ver con su faceta de escritor que con la más conocida de guitarrista. Eso sí, su look es el habitual: remera y saco negros, jeans y esos anteojos sin los cuales no sería quien es. Esta tarde, desde las 18.30, firmará ejemplares de su libro Crocknicas de un Tacvbo en la Feria del Libro y luego, a las 20.30, charlará con el público en compañía del editor Leandro Donozo y del periodista Humphrey Inzillo, quien escribió uno de los prólogos de la obra.Crocknicas... es el resultado de siete perseverantes años. Desde 2007, Joselo Rangel escribe una columna semanal en el diario mexicano Excélsior. Tres años atrás las compiló en la edición azteca de su libro, Crocknicas marcianas. Ahora se lanza por primera vez entre nosotros, en una edición corregida y aumentada.Apuntes sobre la vida cotidiana, reflexiones de músico o de un ciudadano común, experiencias personales y otras cuestiones pueblan los textos compilados en esta obra editada por Gourmet Musical. Aquí se toparán con anécdotas de las giras de Café Tacuba –como ese taxista albanés que, conduciéndolo por las calles de Londres, se confesó fanático de la cantante mexicana Ely Guerra–, con la impresión del autor al asistir a un concierto de Bob Dylan y no reconocer la mayoría de las canciones o trivialidades como el frío o las historias de habitaciones de hotel copadas por fantasmas. En todo caso, lo que Joselo hace es abrir los ojos, estar atento y volcar en el papel ese pensamiento que pasó por su mente y se detuvo un buen rato."La propuesta de compilar las columnas en un libro me la hizo un amigo –comenta Joselo–. Él estaba organizando en Guadalajara un festival de música para la universidad y entre los planes que tenía estaba publicar una serie de libros que acompañara al festival. Quería invitar a músicos que escribieran y pensó en mí. Era una idea que yo tenía más como un sueño. Esto fue en...